viernes, 23 de marzo de 2018

Harbinger: Delta Wave Violet

Camino a Crisis of Infinity Kates (parte 4)

Año 20XX, tres décadas después de la inauguración de La Llave y la Puerta

Parecía increíble que, después de tanto tiempo, hubiera gente lo bastante idiota como para adquirir online copias digitales de tercera mano y fragmentarias del Necronomicon y otros libros prohibidos. Pero así era. Y no es que no existieran muchos de esos legendarios volúmenes, que sí que eran reales, aunque también había muchos ficticios que más de uno tomaba por verídicos. El problema residía en que las copias fragmentarias que se podían encontrar por la red, a menudo en webs no indexadas a las que sólo podías llegar a través de un pequeño periplo o introduciéndote en alguna oscura asociación de adoración a algún Primigenio o similar, eran, habitualmente, más falsas que una moneda de chocolate y sólo contenían textos de ocultismo común y corriente mezclados aleatoriamente con mitología sumeria. Es decir, eran unos engañabobos. Pero, a veces se podía encontrar auténticos fragmentos, aunque eran habitualmente textos sin sentido y poco coherentes, bien porque estaban en algún idioma desconocido para el lector o habían sido traducidos con alguna herramienta online de fiabilidad variable. El resultado solía ser divertido por lo desconcertante del texto y la abundante falta de sentido y errores sintácticos y gramaticales. Pero, había un tercer nivel, lo que era más raro todavía, los auténticos fragmentos de texto, bien traducidos y conteniendo hechizos que realmente podían funcionar. Otra cosa es que se supieran interpretar y se usaran correctamente. Un caso destacado fue aquel que sucedió en Arkham cuando unos estudiantes se hicieron con uno de estos fragmentos reales y funcionales. Se trataba de un collage de textos recopilados de diferentes fuentes, por lo que resultaba algo caótico. Pero había algunos hechizos que podían funcionar y funcionaron, aunque se hicieron un lío con ellos. En concreto pusieron en práctica dos hechizos de llamada: uno para algún tipo de entidad tipo súcubo y otro para atraer a un ser capaz de tratar los dolores de cabeza. ¿Motivo del interés por estos en concreto? Uno de los estudiantes quería algo de desahogo sexual inmediato y el otro llevaba un tiempo con dolores de cabeza que le molestaban para estudiar. ¿El resultado? Que se hicieron un lío: el que buscaba alivio sexual acabó invocando un neuralgiador, una especie de ser que viene y te provoca dolor de cabeza; por su parte, el otro invocó a N’kari en pleno arrebato sexual. No fue demasiado bien para ninguno de los dos.

Y, sin embargo, pese a que los que lograban hacerse con textos funcionales dotados de hechizos que podían resultar eran sumamente escasos y que los pocos que lo lograban solían acabar de forma poco gratificante, seguían existiendo los que buscaban una solución rápida y fácil, un remedio milagroso para sus problemas. Y, cuando esto sucedía, más les valdría a los incautos que se hubieran metido las manos en los bolsillos en lugar de trastear con cosas que no comprendían. Y si no era así, era mejor que estuvieran en Arkham, pues allí sabían como tratar con este tipo de situaciones. Uno de los recursos de la ciudad para solventar problemas de carácter tentacular e interdimensional era su heroína local, Delta Wave Violet, heredera del manto de Delta Wave Welcome. Y es que Evangeline “Welcome” Parker decidió retirarse de superheroína con la llegada de los cuarenta y dedicarse a otras cosas. En concreto, a centrarse en su trabajo como psicóloga, a actuar como asesora de Alfa Strike y a mantener una relación con erótico resultado con su mujer, Katherine Ashford, y sus clones en Dunwich, así como con N’kari y Tiamat. Esto había provocado un curioso efecto secundario, ya que, por ruego de la diosa, la pareja Parker-Ashford y las welclones habían acabado por convertirse en estrellas del porno en ElderGodBook al grabar en vídeo algunos de sus escarceos con erótico resultado. Pero era algo secundario, pese a la popularidad que les reportaba entre los dioses y seres sobrenaturales y los ingresos adicionales que les generaba la comercialización de sus “grandes éxitos” por parte de la diosa africana. Eso sí, el acuerdo había sido limitar la distribución dentro del público primigenio, divino, sobrenatural y paranormal.

Por ello, llegado el momento, una nueva heroína había surgido, usando una espada mágica, entrenada por los dioses de la guerra y enfundada en una armadura tecnomágica forjada por Brontes. Se trataba de un traje creado combinando las habilidades metalúrgicas del griego con la tecnología de blindaje corporal desarrollada por los morlocks. El resultado era una ajustado mono cubierto con diversas placas de material protector y un casco que le cubría toda la cabeza, con una visera oscurecida para que no se le viera el rostro. Incorporaba diversos sensores para controlar su estado de salud y un sistema de comunicaciones para contactar con los morlocks, Alfa Strike o con quien fuera necesario. El resultado final era algo parecido a un renovado Power Ranger en negro y morado.

La cuestión era que, una vez más, unos estúpidos alumnos de la Miskatonic habían conseguido hacer funcionar un hechizo y habían invocado un teoremizador abstracto interplanar de la dimensión matemática no euclidiana y parcialmente pitagórica. Y todo porque querían tratar de superar a la primera su siguiente examen de ingeniería. El ser en cuestión era un horror ajeno, un gigantesco cruce entre calamar y sapo diseñado por una mente enferma y hasta arriba de alucinógenos. Parecía el primo feo de Unglaublich después de recibir una paliza. Pero, además de su innominada apariencia, el teoremizador era un adversario terrible, que atacaba a sus víctimas aburriéndolas hasta la muerte mediante sus infinitas demostraciones de teoremas abstractos en 24 dimensiones repetidos por sus múltiples bocas: la central en su masa corporal y una al final de cada uno de los numerosos tentáculos que poseía. Si no hubiera sido mayor problema que el aburrir mortalmente a unos estudiantes que habían hecho el idiota, Delta Wave Violet se habría dado por satisfecha con esperarse hasta que los dos idiotas hubieran recibido suficiente dosis de tedio como para aprender la lección. El problema era que el teoremizador era bastante más persistente y peligroso, pues, al poco de comenzar a soltar demostraciones matemáticas, ecuaciones abstractas interplanares comenzaron a surgir de su cuerpo, exigiendo ser resueltas y expandiéndose por todo el campus y, si no se le detenía, por toda la ciudad. Aquello era mucho peor que el fantasma profesor de matemáticas que aun rondaba por la Miskatonic. A fin de cuentas, este se limitaba a dejar alguna ecuación garabateada en los cuartos de los estudiantes de letras o a susurrar demostraciones matemáticas fantasmales en las vísperas de exámenes. Era ya parte del folclore y el ambiente universitarios.

Por ello, cuando las primeras ecuaciones comenzaron a atormentar a los viandantes, la heroína tuvo que intervenir. Ciertamente aquello no era a lo que estaba acostumbrada. Pero suponía una notable diferencia comparado con las veces que tenía que actuar para pacificar juergas estudiantiles, incluida aquella memorable noche en que tuvo que calmar tres fiestas distintas, una de ellas haciendo un espectacular strip tease en que se lo quitó todo menos el casco, y acabó repartiendo palos desnuda para acabar de rebajar los ánimos. Dicen que aquella noche alguna de las estudiantes descubrió que era lesbiana o bisexual ante el espectáculo de Delta Wave Violet desnudándose eróticamente y repartiendo cuatro diferentes de palizas posteriormente. Aun así, aquello era Arkham y las cosas no habían cambiado demasiado en ese aspecto: fiestas descontroladas de estudiantes y sucesos extraños por doquier. Así, aunque era la primera vez que se enfrentaba a ecuaciones abstractas interplanares, no dudó en hacer frente a aquella amenaza con todos sus recursos. A fin de cuentas, tenía que defender la ciudad y estar a la altura del legado que le había dejado Evangeline.

Espada en mano, la heroína se aproximó al edificio del que parecían provenir aquellas ecuaciones. Afortunadamente no era La Llave y la Puerta, sino otro de los bloques destinados, principalmente, a alojamiento estudiantil y demás alquileres modestos. Varias ecuaciones, con demasiadas letras y símbolos matemáticos, pocos números y más incógnitas de las que se podía esperar resolver sin acabar con un destacado dolor de cabeza se abalanzaron sobre ella. Pero, si algo era Delta Wave Violet, además de atractiva, atlética, fuerte, una espectacular bailarina erótica y una artista marcial y esgrimista de alto nivel, era sumamente inteligente y con una gran capacidad para tratar con números. En ella el talento matemático estaba presente sin duda alguna, por ello, y aunque algunos de los que la habían visto crecer habían augurado que se convertiría en arquitecta, ingeniera o matemática, ella acabó por estudiar ciencias empresariales. No había sido fácil combinar los estudios con el entrenamiento requerido para desarrollar sus habilidades físicas y bélicas, pero las Tierras del Sueño le habían resultado de gran ayuda en esto último, además de que desde joven había mostrado interés por desarrollar estas capacidades. Así pues, y siendo entrenada en matemáticas complejas interplanares por Brontes, profesor de Ingeniería Dimensional, se lanzó a resolver aquellas extrañas ecuaciones. Pero, por muy buena que fuera en matemáticas, se dio cuenta rápidamente que aquello no iba a ser rápido. Algunas de las más sencillas empezaron a ceder a su proceso de cálculo, pero otras, las más duras, aguantaban y se resistían a ser resueltas con facilidad. Por ello, tras desembarazarse de las más fáciles, viendo que no podía perder demasiado tiempo, empuñó su espada y se lanzó al ataque.

Mientras desentrañaba los misterios matemáticos en voz alta, resolviendo poco a poco las ecuaciones, las atacaba con su arma. Así logró descubrir que, golpeándolas en determinados puntos, lograba simplificarlas al eliminar factores. Algunas necesitaban dos o tres cortes para volverse lo suficientemente sencillas para resolverlas de inmediato, pero otras requerían más trabajo. Pero Delta Wave Violet no se rindió. Ciertamente le habría venido bien la ayuda de Brontes. El cíclope, a quien algunos subestimaban por su pinta de gigantón musculoso creyendo que era mucha fachada y poco seso, era un genio matemático de consideración, pues de otra manera no podría manejar los cálculos necesarios para desarrollar su trabajo. Cuando alguien veía el resultado final que salía del taller no podía imaginar las complejas estructuras matemáticas y el intrincado proceso previo que había. Luego resultaba ser un modelo a escala de un órgano musical que iba a instalar en el gran palacio de Celephais o un extraño aparato para producir cubitos de hielo sumamente rápido. Era difícil saberlo hasta que no se pusiera en marcha. Y no había muchos valientes que se quisieran arriesgar a recibir el golpe de un cubito de hielo enfriado superrápido y lanzado a la velocidad del sonido.

Por ello, la heroína atacó con saña las ecuaciones para ir resolviéndolas o destrozándolas, lo primero que sucediera. Finalmente, tras abrirse camino hasta el piso de estudiantes, cargó contra la puerta con un rugido de furia para, de golpe, detenerse y probar a ver si estaba abierta. A fin de cuentas, por muy frustrantes que fueran las ecuaciones no era cuestión de causar más daños de lo necesario. Y, afortunadamente, los dos tontos que habían provocado todo aquel follón no habían cerrado apropiadamente. Allí dentro la concentración de ecuaciones era mayor, pero Violet no estaba precisamente de humor para perder más tiempo. Así, se dedicó a tajar, sajar y rajar, dejando tras de sí un rastro de ecuaciones mutiladas que sangraban incógnitas y valores hasta descomponerse en un pequeño caos matemático. Cuando entró en el cuarto donde los dos estudiantes habían iniciado aquel follón, vio al enorme  teoremizador abstracto interplanar de la dimensión matemática no euclidiana y parcialmente pitagórica divulgando teoremas abstractos interplanares y matando lentamente de sopor y tedio a los dos tontos que lo habían invocado. Al contrario que su predecesora, Delta Wave Welcome, ella no tenía una espada mágica que le permitiera crear rasgaduras interdimensionales en el continuo espaciotiempo. Su espada, aunque era mágica, le permitía hacer otra cosa. En concreto, podía teleportarse a sí misma y algo que estuviera tocando a otra ubicación que conociera o conociese, ya fuera por haberla visitado o por ver algún tipo de imagen y saber donde se encontraba. Por ello, viendo que aquella mole iba a ser problemática de combatir en aquel apartamento y que era mejor librarse de ella cuanto antes, la sujetó y, empuñando la espada, se desvaneció dejando un sonido de ¡BAMF! al desaparecer ambos producido por el aire al llenar el repentino vacío.

El lugar al que se habían teletransportado era oscuro y, por el tacto y los ruidos al moverse, estaba tapizado de huesos de todo tipo de forma y tamaño. Estratos y estratos de huesos se amontaban bajo ellos. Los monstruosos bholes se movían a través de la inmensidad del Valle de Pnath, en el Mundo Subterráneo de las Tierras del Sueño. Allí el  teoremizador abstracto interplanar de la dimensión matemática no euclidiana y parcialmente pitagórica podía divulgar sus teoremas y ecuaciones durante el resto de su existencia que, si los ruidos producidos por una gran masa moviéndose sobre los huesos, no iba a ser demasiado larga. A fin de cuentas, los bholes no parecían tener predisposición al aburrimiento. Pero bueno, nadie ha visto un bhol ni se ha dedicado a estudiar su biología ni comportamiento. O al menos nadie que haya sobrevivido para dar a conocer sus hallazgos. Así pues, con el trabajo cumplido, regresó a Arkham.

Una vez de vuelta en la ciudad, se dirigió a su habitación en La Llave y la Puerta. No es que le hiciera particularmente falta, pues su familia vivía en la ciudad, pero le daba una sensación de libertad e independencia que apreciaba mucho. Utilizó los túneles para entrar en la residencia universitaria, pues aun no se había despojado de su uniforme de combate, pues, en cuanto se lo quitara, lo siguiente que tenía intención de hacer era desvestirse y darse una tonificante ducha. No estaba siendo un gran día, pero esperaba que aun tuviera oportunidad de relajarse un poco y mejorar las cosas.

Un cuarto de hora más tarde, alguien llamaba a la puerta de la habitación de Violet. La joven al abrir, se encontró desconcertada ante dos morlocks. No es que desconociera la presencia de estos posthumanos en la ciudad, y, además, colaboraba con ellos a menudo. Uno de ellos era Arkady, hijo del mecánico morlock Konstantin, y que era lo más parecido a un ayudante que tenía. Pero la otra era quien la había dejado estupefacta. Era la mujer morlock llamada Yekaterina. No le era desconocida, pero, o bien se había hecho un espectacular tratamiento de rejuvenecimiento que le había hecho perder unos 30 años o algo raro pasaba. Por su parte, Yekaterina también se había quedado un tanto sorprendida. Había viajado en el tiempo siguiendo los rastros que indicaban que la siguiente Kate que necesitaba se encontraba en esa época y en ese lugar. El hecho de que fuera Arkham y de que treinta años después todavía existiera una colonia morlock le facilitaba las cosas. Lo que si la había sorprendido era la mujer a la que había ido a buscar. Ciertamente era una Kate, sus rasgos faciales la delataban como familia de Katherine Ashford, aunque el cabello rubio y otros aspectos, como los turgentes y abundantes pechos indicaban otra herencia genética combinada. Pero, a fin de cuentas, ya tenía a una Kate egipcia, una Kate de un futuro distópico alternativo, una Kate irlandesa medieval y ahora iba a contar con una Kate del futuro de su línea temporal, y cada una tenía sus propios rasgos y características. Y si esta era, además, una super heroína, mucho mejor.

Por ello, tras la correspondiente explicación, Katherine Violet aceptó acompañar a Yekaterina en el viaje en el tiempo. Y por fin empezó a comprender porque la Yekaterina de su tiempo además de otros conocidos se habían pasado los últimos días lanzándole miradas furtivas y sonriendo como si aguardaran que pasara algo que ella no supiera.

El equipo está reunido:

  • Yekaterina, soldado de élite morlock.
  • Katherine Ashford, estudiante de Historia del Arte.
  • Ka-Neferu, sacerdotisa de Bastet.
  • Katherine "Bogatyr" Ashford, líder rebelde y refugiada espaciotemporal.
  • Kate la Roja, sacerdotisa irlandesa de Shub-Niggurath.
  • Delta Wave Violet, super heroína futurista.

domingo, 18 de marzo de 2018

San Patricio en Arkham

 Celebrando en un especial en King-in-Yellow Size la entrada nº 200

Centro de contingencia del día de San Patricio. Residencia Estudiantil La Llave y La Puerta. Horas antes del comienzo de los festejos.

-Señores, señoras y seres no humanos...

-¿Tan difícil es decir dioses... o simplemente Brontes? -dijo el cíclope.

-Bueno... eso... Señoras, señores y Brontes. Les he reunido hoy aquí...

-Técnicamente yo no soy un señor... y está claro que no soy un dios -dijo Summanus.

-Pero vamos a ver ¿me vais a dejar terminar sin interrumpirme?

Silencio incómodo.

-Bien... señoras, señores, dinosauroide y Brontes. Están ustedes reunidos aquí para el plan de contingencia del día de San Patricio -dijo Harvey Pickman mientras gesticulaba. La comisión de fiestas ha decidido realizar un desfile por toda la ciudad y, posteriormente, una fiesta. A estos eventos vendrán unos observadores que calificarán la capacidad turística de esta ciudad, por lo que no podemos permitirnos que se arme la de siempre. Aún hay manchas de vómito de la semilla estelar de Cthulhu que emborracharon el año pasado un grupo de universitarios.

-Y tan difícil de limpiar que son las dichosas manchas. Han desarrollado inteligencia y no hacen más que quejarse cuando intentan quitarlas y hay un debate sobre si debería respetarse su opinión o no -agregó Seabury Pickman.

-Pues eso, no queremos que ante estas personas se presente una criatura de diez metros borracha, ni una invasión de leprechauns, ni nada por el estilo. Nuestra misión es evitar que ni los habituales ni algo inesperado estropee los festejos. Algunos de los habituales ya han sido eliminados del tablero de juego.

-En efecto -dijo Summanus-. Hemos conseguido que el Simposio Anual de Villanos se realice precisamente hoy en Latveria, allá en la vieja Europa. Eye Gore no ha podido evitar querer ir a ese evento, por lo que no lo tendremos por aquí intentando una de sus maldades.

-Vinnie West también está fuera de juego -añadió Seabury-. Le he convencido de que, para mejorar en el arte de la resurrección, debe lerse todas las novelas y recopilaciones de relatos de temática zombie que se han escrito. Con el boom de hace un par de años de este subgénero lo tendré ocupado todo el día.

-Los reptilianos nazis no pueden salir de los túneles porque los morlocks han sellado con pegamento todas las salidas -dijo Anna Pickman-. Además se encargarán de mantener vigiladas todas las entradas a los túneles por si el pegamento no es suficiente.

-Bien, con eso tenemos cubiertos a los típicos. Ahora debemos evitar los inesperados y al efecto Arkham. Delta Wave Welcome...

-Presente -dijo esta con una sonrisa.

-Ejem... Delta Wave Welcome se encargará de expulsar a otra dimensión a todo bicho que se nos aparezca hoy. Seabury mantendrá vigilados a los universitarios más desmadrados y se encargará de saber si alguien ha estado trasteando en la biblioteca con libros que no deberían tocarse. Brontes se ocupará de cualquier tipo de intromisión divina. Anna y yo nos encargaremos de escoltar a los observadores y, si sucede algo, haremos lo posible por que no se enteren de nada. Por si acaso, estaremos todos comunicados con pinganillos y micrófonos inalámbricos ¿está clara la misión de cada uno?

Un murmullo generalizado y asentimientos de cabeza.

-Pues ale, vamos a ello -dijo Harvey.

Ayuntamiento de Arkham. Hora del comienzo del desfile.

-Buenos días, señores -dijo el alcalde mientras tendía la mano con una sonrisa-. Nos enorgullecemos de poder mostrarles los festejos del día de hoy

El grupo de observadores estrecharon la mano del alcalde mientras miraban de reojo a los dos individuos que parecían fuera de lugar. En vez de ir vestidos para la ocasión -o lo que es lo mismo, vestidos de manera formal- parecían que se estuvieran preparando para asaltar un fumadero ilegal.

-Estos son Harvey y Anna Pickman. Se encargarán de la seguridad. Señores Pickman, estos son Arthur Merinville, Ambrose Dexter y Natalie Thunderclap.

Se intercambiaron saludos y manos se estrecharon.

-El desfile comenzará en breves momentos, por lo que recomiendo que nos dirijamos al palco de autoridades para que puedan ver el espectáculo.

El alcalde abrió la puerta de su despacho y los tres observadores salieron, seguidos de cerca por Harvey y Anna. En pocos minutos estuvieron en el palco de autoridades, donde les esperaban el decano de la Universidad Miskatonic y otras personas de renombre de la ciudad. Todos tomaron asiento y se prepararon para disfrutar de la fiesta. En breves momentos comenzó el espectáculo. Las carrozas y los bailarines comenzaron a desfilar acompañados por música festiva de estilo irlandés. El público disfrutaba tranquilamente al paso de las carrozas y intentaban conseguir los  botellines de cerveza negra que ofrecían unos individuos disfrazados de leprechaun. Y repentinamente un cúmulo de nubes negras cubrió la ciudad entera y comenzaron a sonar truenos acompañados por relámpagos. La lluvia estaba a punto de caer sobre Arkham.

-Brontes -dijo Harvey-. Hace un minuto hacía un sol de justicia. Localiza a quien sea que ha traído una tormenta a la ciudad.

-Okey dockey -respondió Brontes.

Los sentidos divinos del cíclope detectaron la fuente de la tormenta que estaba a punto de caer en un bar cercano. Se dirigió allí corriendo sabiendo lo que iba a encontrarse. Una vez entró al local no se sorprendió de ver en una mesa a Perun y a Thor, borrachos como una cuba y diciendo algo imposible de entender. Al lado estaba Misha, durmiendo la siesta.

-¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! -exclamó Brontes ante ellos -. Destrabaos la lengua y decidme qué diantres estáis haciendo.

-Broooontes, eres miiiii mejoooor amigoooo, ven aquííííí -dijo Thor moviéndose peligrosamente hacia el suelo.

-¡¿Porrrr qué interrrrumpes nuestrrrra competición?! -exclamó Perun.

-Perun, por todos los panteones, estás manchando de cerveza a tu oso cada vez que gesticulas -le dijo Brontes, que no sabía si avergonzarse o qué.

-Misha puede con todo. Es el oso más Poderrrroso que puedes ver.

-Pero no es máááááás rápido que missssss cabras -añadió Thor, todavía tambaleante -. ¡¡¡Missss cabras sssssson poderosas!!!

El dios nórdico lanzó su jarra ya vacía al suelo, donde se hizo añicos.

-Bueno, no creo que la competición que ha dicho hace un momento Perun sea sobre cual de vuestros animales mola más, porque esto no provocaría una tormenta que está a punto de fastidiar el desfile de San Patricio.

-No, la competición es algo más rrrrrelacionado con nuestrrrrras atrrribuciones como dioses.

-Un seeeeñor nosss ha dicho que quería ver cual de l-l-l... l-l-l-l-l-l... l-l-l-l-l-los dos traía la tormenta mássss poderosa.

-Claro, y seguramente ambos ya estabais tan borrachos que os ha parecido muy lógico. Tengo una idea. Vamos a ver quien es el dios de las tormenta más chachiguay en otro sitio ¿vale?

-¡¿Dónde?! -exclamaron ambos dioses.

-Welcome, necesito extracción -musitó Brontes.

La puerta del local se abrió y la superheroína de Arkham entró como un rayo. Estaba en la otra punta de la ciudad, pero había visto un byakhee de Byakhee Express y le había pedido que le aceercara.

-Llévate a estos a un sitio donde no molesten -le susurró Brontes al oído.

Isla Nublar. Cerca de Costa Rica. En mitad de la selva tropical.

-¿Os gusta este lugar para vuestra competición? -preguntó Welcome.

-¡¡¡A Thor leeee gusssta la sssselva!!! -exclamó Thor alzando una botella de cerveza que Welcome no sabía de dónde había sacado.

-Perrrrrun no se molesta por el cambio de escenarrrrio -añadió Perun.

-Pues disfrutad de la competición.

Y antes de que dijeran algo más, Delta Wave Welcome había abierto una brecha en el espacio y había vuelto a Arkham.

Palco de autoridades del desfile de San Patricio.

-El problema de la tormenta se ha resuelto lo mejor que hemos podido -escuchó Anna a través de su pinganillo.
Harvey suspiró agradecido mientras observaba que los nubarrones se deshacían poco a poco. La tranquilidad no duró mucho. En breves instantes recibió una actualización de las hermandades universitarias. Parece que estaban montando su propia celebración de San Patricio y el whisky irlandés que tomaron había convertido a todos los estudiantes en gorilas del tamaño de una furgoneta pequeña. Estaban destruyendo todo lo que se les ponía por delante, y uno había secuestrado a una rubia y se había subido a lo alto del edificio más cercano.

-¿Cuantos simios gigantes hay en estos momentos, Seabury? -preguntó Harvey.

-Pues suma a los miembros de las 3 hermandades más festeras de la universidad. Esto parece Gorilla City.

-Whisky que convierte a la gente en gorila... esto no es muy normal. Hazte con una botella y que alguien la analice. Yo me aseguraré de que el desfile no pase cerca de donde están todos. Y tú haz lo que sea por que no salgan de la zona de fiesta universitaria.

Harvey informó al alcalde de la situación con los estudiantes gorila, así que se asesguró que el desfile pasara lo más lejos posible de esa dirección. No había terminado de arreglar este problema cuando el pinganillo volvió a informarle de una nueva contingencia.

-¡¡¡¿Una manifestación de Retoños Oscuros de Shub-Niggurath?!!! -exclamó.

-A mi no me preguntes -le respondió Welcome-. Todavía no estoy segura de si mandarlos a otra dimensión. Estoy hablando con Shubbi para ver si puede convencerlos de que otro día sería mejor para hacer las protestas, sean estas cuales sean, porque por mucho que yo les diga que soy adoradora de su madre, están como si hablara en arameo.

-¿Pero qué protestas van a tener unos bichos que cada vez que son invocados se les da comida gratis?

-No lo sé, pero se están comportando como hooligans borrachos. De hecho, algunos retoños están comenzando a vomitar... uuufff qué olor más fuerte a alcohol...

-¿Retoños oscuros borrachos? -Preguntó Anna -. Vale que hoy es San Patricio y esto es Arkham, pero esto ya es demasiado.

-Dile que los teleporte a otro sitio y que haga lo posible por que duerman la mona -le dijo Harvey a Anna -. Esto empieza a olerme a chamusquina.

-¡¡¡Necesitamos ayuda en La Llave y La Puerta!!! -exclamó Summanus a través del pinganillo -. Todos los grifos de todas las habitaciones se han abierto al unísono y están lanzando cerveza inteligente que quiere ser ingerida. La mayor parte de los estudiantes ya están arrastrándose por los suelos y... eh, largo, quita bicho... no... no entrarás en mi boclgglglgluuaagl... Haaaarvey, esshhhhto esssshtá muh borrossssho, le diré a El Que Legisla que ssss... ssss... ssse encargue él...

Se escucharon unos sonidos indeterminados y Summanus cortó la comunicación. Harvey apenas tuvo tiempo de procesar lo que había pasado, porque Anna le hizo volver la cabeza al desfile. Las carrozas habían cobrado vida y estaban lanzando por los aires a sus ocupantes. Algunas se peleaban entre ellas, otras parecían bailar al ritmo de la música que salía de los altavoces, y una en particular estaba lanzando litros de whisky al público.

-¿Cuantas probabilidades hay de que pasen todas estas cosas a la vez? -preguntó Anna mientras el alcalde intentaba quitarse de encima las salpicaduras del whisky que estaba tirando la carroza.

-Tienes razón en lo que has dicho antes. Aunque esto sea Arkham, todo este desastre a la vez no es normal. El caos reina en toda la ciudad.

Anna arrugó el ceño y pareció meditar unos segundos, después lanzó una mirada asesina en dirección a los observadores de turismo.

-¿Señor Dexter?

-¿Ajá? -dijo este.

-¿Puede acercarse un momento?

El hombre se levantó de la silla en la que estaba observando todo y se acercó a Anna.

-¿Qué problema hay?

-Eso digo yo, señor Dexter... ¿Ambrose Dexter? No sé cómo no nos hemos dado cuenta antes. Quizás nuestro nerviosismo por el desfile nos ha mantenido demasiado ocupados, pero ahora tengo la mente muy atenta y muy fresca, señor del caos. Supongo que estará usted disfrutando del espectáculo.

-Lo cierto es que me lo estoy pasando pipa -respondió el sr. Dexter con un brillo inhumano en los ojos.

-¿Y los otros dos observadores están disfrutando? ¿O ni siquiera son personas de verdad? -preguntó Anna.

-Depende de la definición que tengas de persona...

-Bueno, ya vale de cachondeo. Las cosas están ya demasiado descontroladas y no queremos que esto vaya a más.

-¿Y qué vas a hacer para evitarlo, Anna Pickman?

-Podemos decirle a Cthugha que El Morador de la Oscuridad está ahora mismo en Arkham -le dijo Harvey sacando el móvil del bolsillo -. Sólo tengo que ponerlo en el EldergodBook.

-¿Crees que eso me asusta?

-No sé si te asusta, pero te estropearía la diversión. Y yo, como sacerdote de Yog-Sothoth también podría poner una queja formal

El ¿señor Dexter? rompió a reír en fuertes carcajadas ante la mirada atónita de Anna y Harvey.

-Ya está... ya está bien... que lloro de la risa y todo... Tenías que haberte visto la cara... y cuando han aparecido los retoños borrachos... jua jua jua jua jua

-¿PERO SERÁ POSIBLE? -exclamó Harvey.

-Estoy por aparecerme enfrente de los de la Fundación Wilmarth. Tomaré la forma más tentacular que se me ocurra... aunque no sé si me divertiría más que con esto.... ¡¡¡JUA JUA JUA JUA JUA!!!

-Vale ya, Nyarlathotep. Ya vemos que te has cachondeado de lo lindo y que los mortales somos sólo juguetes y blablabla -dijo Anna.

-Sí... creo que ya me he divertido bastante... hacía tiempo que no lloraba de la risa... -decía El Caos Reptante aguantándose las carcajadas -. Nos vemos en otras circunstancias, Pickmans.

Y dicho esto, los otros observadores se convirtieron en una especie de gelatina negra que se unió a la forma palpitante e indescriptiblemente obscena en la que se estaba convirtiendo Ambrose Dexter. El monstruo gigantesco saltó en medio del desfile y se lanzó hacia el cielo como un rayo.

-¡¡¡Eeeeeh!!! ¿Y qué pasa con esto? -preguntó Harvey.

Las carrozas vivientes estaban por los suelos, claramente ebrias, y la que lanzaba whisky había sido abordada por la comunidad irlandesa de Arkham.

-Parece que el propio efecto Arkham está poniendo orden en el caos de Nyarlathotep -dijo Anna.

-¿Alguien me explica qué ha sido eso? -preguntó el alcalde, que se había quedado estupefacto. Cualquier otro alcalde de cualquier otra ciudad habría perdido 1D10/1D100 de cordura, pero el de Arkham ya era inmune.

Harvey se dirigió a contarle lo que había sucedido mientras una botella caía en manos de Anna. Esta se sentó y observó la etiqueta. Cerveza negra de la mejor calidad. A través del pinganillo  fueron llegando los avisos de que todos los altercados se estaban normalizando, así que decidió desfrutar del resto del desfile. Tan sólo eran un San Patricio más en Arkham.

sábado, 17 de marzo de 2018

Harbinger: Tormenta irlandesa

Camino a Crisis of Infinity Kates (parte 3)

Algún lugar de Irlanda, en torno al año 1000 d.C.

Yekaterina se sentía como si se hubiera metido en medio de una historia escrita por Arthur Machen: las verdes colinas y los espesos bosques que conformaban el paisaje hasta donde alcanzaba la vista eran de una belleza espectacular, pero, al mismo tiempo, había algo inquietante para el ojo experto de la morlock. El hecho de haberse hecho acompañar por Brontes tampoco ayudaba mucho. Con la proximidad de las fiestas del día de San Patricio, al griego le había dado por vestirse de verde. Así pues, parecía una versión hipertorfiada, ciclópea y musculosa de un leprechaun. Sin embargo, las investigaciones en el tejido del continuo espaciotiempo habían determinado que en aquella zona y en ese tiempo iban a encontrar a otra Kate.

Sin embargo, debido a los efectos de deriva espaciotemporal y demás complicaciones de tipo cuántico o no, no era fácil acertar siempre. Y, en este caso, aunque habían llegado en el momento apropiado, la localización se había desviado un poco. La cuestión era que hacer con la máquina del tiempo. Un enorme camión militar soviético lleno de cables, tubos y demás accesorios resultaba bastante llamativo. Si lo dejaban allí aparcado, tendrían que camuflarlo, pero si se lo llevaban, podrían reaccionar más rápidamente en caso de emergencia. En cualquier caso, el camión podía resultar un problema. Por ello, optaron por utilizarlo para ir a buscar a la Kate de aquel tiempo y lugar, pero tratando de camuflarlo un poco con vegetación local. El resultado no era particularmente bonito, y, a menos que lograran meterlo en alguna hondonada o bosque donde pudiera pasar más desapercibido, iba a llamar la atención irremediablemente.

Así pues, a través de la verde campiña de la isla esmeralda, el camión reconvertido en máquina del tiempo avanzaba en busca de una mujer que tendría un papel a jugar en algo que iba más allá del tiempo y el espacio. Pero, lo único que no necesitaban era nuevas molestias e interrupciones en su trabajo. Y no es que la Irlanda del milenio careciera de ellas. Precisamente las historias de Machen, aunque con una ambientación más próxima a Gales, podían dar una idea de que podían encontrar. Sin embargo, esas tierras siempre podían sorprenderlos. 

A través de las colinas, el camión con una potente motor eléctrico alimentado por una batería de tecnología morlock, era sumamente silencioso, por lo que no llamaban tanto la atención como lo habrían hecho con un vehículo más convencional. Por ello, finalmente lograron alcanzar su destino sin demasiado follón. Sin embargo, temían que, desde las colinas, alguien o algo los estuviera observando. Y no se equivocaban. Pero tendría que ser algo realmente importante para poder superar la potencia de un dios del trueno griego y el armamento que llevaba la morlock en el vehículo. Pero, pese a todo, no podían confiarse.

Un cuarto de hora más tarde, por fin avistaron su objetivo. Y es que la desviación espacial les había dejado más lejos de lo que esperaban. Se trataba de una casa solitaria en medio de las verdes extensiones, próxima a un bosquecillo en apariencia inocente. El humo que salía de la chimenea era señal de que la vivienda estaba ocupada. Por ello, Yekaterina dejó el camión aparcado en las proximidades pero parcialmente oculto, para que no llamara demasiado la atención. La morlock recogió una espada y una pistola de dardos. Cogió también varios cargadores. Se trataba de afiladas agujas gruesas impulsadas a gas y que podían atravesar una armadura de cuero fácilmente. Por si acaso, se hizo también con una ballesta y arma eléctrica basada en la tecnología yithiana y reconfigurada con la técnica morlock. Iba preparada para cualquier cosa, aunque siempre podía surgir algo que superara sus expectativas. Por su parte, Brontes sólo llevaba un par de martillos, aunque su clásica armadura de hoplita que parecía diseñada por H. R. Giger en un día malo combinada con el sobretodo y el sombrero de copa ambos de color verde esmeralda y decorados con tréboles eran todo un atentado contra la vista y el buen gusto. Se notaba que ni Anna ni Welcome le habían visto antes de partir de Arkham. Y es que era algo prácticamente habitual que los dioses y seres sobrenaturales tuvieran un gusto horrible y terriblemente hortera en cuanto a la moda. Claro, que había excepciones, como sucedía con Pkaurodlos, que era bastante discreto en ese tema, aunque él solía adornarse con algunos accesorios y joyas y poco más. Cosas de ser una serpiente emplumada gigante.

Al mismo tiempo que una morlock vestida como un personaje de Alien estilo soviético y un cíclope vestido de leprechaun sobredimensionado rediseñado por H. R. Giger se aproximaban a la casa, en el interior de la misma, Kate la Roja o Kate de Connacht, también conocida como la Bruja Roja,  Súcubo de los bosques oscuros,  Señora del Pueblo Pequeño, Puta de las hadas y otros tantos apelativos que habían inventado para ella los vecinos de la comarca y el clero en función del aprecio o miedo que le tuvieran, se dedicaba a sus asuntos propios. En particular, se dedicaba a remover un caldero que tenía al fuego. Llevaba un vestido gastado y humilde, con un pañuelo en la cabeza recogiendo su cabellera pelirroja y movía rítmicamente con un gran cucharon el contenido del recipiente. Parecía una imágen arquetípica de bruja de no ser por dos razones: la primera era que era joven y medianamente atractiva, por lo que rompía con el esterotipo de la vieja arpía desdentada y con la cara llena de verrugas; la segunda era que ni vestía de negro ni llevaba el característico sombrero puntiagudo, ya que este sería heredado de la vestimenta tradicional de los puritanos que formarían las colonias de Nueva Inglaterra. Sin embargo, si que era una bruja, o al menos lo que se consideraría como tal o acabaría por considerarse con el paso del tiempo: era una mujer independiente, una curandera que conocía las hierbas y sabía como tratar heridas y enfermedades, además de ser una sacerdotisa de un culto pagano de la fertilidad. Y si conociera a sus “herederas” del culto wiccan y demás fantasías new age las correría a gorrazos por toda Irlanda. A fin de cuentas, ella trataba con deidades que poco tenían de idealistas y utópicas, mucho de pragmáticas y bastante de incomprensibles, inmencionables, blasfemas y cósmicas. Y es que era una sacerdotisa de Shub-Niggurath, a la que servia a través de su avatar de la Cabra Blanca de Tres Cabezas. Sí, esa Cabra Blanca de Tres Cabezas, la que forman su culto en la actualidad Welcome y sus welclones y cuya leche mutagénica y llena de aceleradores biológicos dio origen a los experimentos genéticos en las instalaciones de Dunwich por parte de la filial de NWE. Curioso, ¿verdad? 

Pero Kate la Roja, entre otras cosas, además de ser lesbiana como su contrapartida del presente, por lo que los intentos de llevarsela al pajar de diversos vecinos habían fracasado estrepitósamente, era una mujer despierta e inteligente. Gracias a ello y a su conexión con la Cabra Blanca había adquirido muchos y amplios conocimientos y había logrado sobrevivir hasta aquel momento. Por ello, cuando Brontes y Yekaterina estaban a punto de llegar a la casa, la puerta se abrió por sí sola. Esto, que para algún campesino supersticioso habría sido algo mágico, misterioso y estremecedor, se debía a un hilo estratégicamente situado, que permitía a la mujer abrir la puerta a distancia. Por otro lado, Yekaterina y Brontes, habituados a la vida diaria en Arkham, tampoco se mostraron bastante sorprendidos. Fue así como, al entrar con precaución en la casa, se encontraron junto al fuego a una mujer que, sin ser la gémela en el tiempo de Kate Ashford, si que se parecía bastante a ella, aunque en pelirroja. 

La joven habló en un perfecto gaélico irlandes de su época, con una dicción clara y bien definida y demostrando que, aunque vivía en el campo, había recibido una educación bastante completa, tal y como atestiguaban también los diferentes libros que se podían ver en una estanterías en una pared. Si esto fuera un relato de August Derleth, o de Brian Danforth, el escritor sistematizador al que le han caído diversas demandas judiciales por parte de El que Legisla tras el Umbral en nombre de diversas criaturas del Ciclo de Cthulhu, ahora incluiríamos una lista de títulos. Baste con decir que, aunque no tenia una copia del Necronomicon, si que poseía otros libros igual de inquietantes, inclusive un “Legado del Jabalí”, un libro sobre el culto de un dios jabalí adorado por algunas tribus celtas en Gales y que pasó a la clandestinidad con la conquista romana. Pero, entrando en materia, la sacerdotisa de la Cabra Blanca de Tres Cabezas les dio la bienvenida y les preguntó por el motivo de su visita. Cierto es que le echó un ojo a Brontes con mirada profesional y, pese a su estrafalario aspecto (o tal vez a causa del mismo), lo identificó como algún tipo de deidad o ser sobrenatural o  paranormal similar. En cuanto a Yekaterina, Kate la Roja era la primera vez que veía una morlock, aunque estaba acostumbrada a las dríades, hadas y demás criaturas que pobablan los campos y bosques de aquella región. Si Machen hubiera hablado con ella, su relato “El pueblo blanco” habría sido mucho más rico en cuanto a entidades y escenarios. Así pues no parecía demasiado sorprendida y sí curiosa. Así pues, la morlock pasó a explicarle brevemente lo que habían ido a buscar allí, tratando que una bruja pagana del siglo X pudiera entenderlo. Trató de no subestimar la inteligencia de la mujer. Y es que Kate, pese al choque cultural, como sucedía con la mayor parte de las ramas de este linaje, era espabilada, con una mente clara y abierta. Así pues, aunque el parlamento de Yekaterina excluyó los aspectos más tecnológicos y científicos que sonarían raros, profundos y extraños incluso para un físico del siglo XXI, y trató de adaptar los términos para que ella pudiera comprenderlo. Tras resolver algunas dudas que planteó Kate la Roja, Yekaterina esperó que pudieran partir cuanto antes. Pero, la sacerdotisa de la Cabra Blanca tenía algunas cuestiones más que plantear. Así pues, mientras Yekaterina y Kate hablaban, Brontes decidió salir a echar un vistazo en el exterior.

El griego estaba disfrutando de aquel paisaje. La isla esmeralda mostraba algunos de sus mejores colores en aquella región, y, aunque los bosques pudieran conducir a un abismo de Dendo y al refugio de los miembros de la Gente Pequeña que anduvieran por aquella región, era un entorno de gran belleza. Mientras aguardaba que Yekaterina y Kate la Roja acabaran de hablar, Brontes dio un pequeño paseo por los alrededores. Fue entonces, al aproximarse al bosque cercano, cuando algo salió mal. Y es que ya estaba pasando demasiado tiempo sin que sucediera nada particular. Del interior del bosque salió un nutrido grupo de seres escamosos y reptilianos, una breve horda de seres ataviados como pictos, criaturas degeneradas producto de siglos de mestizaje y endogamia por parte del pueblo serpiente. Eran seres enanos y deformes, armados con toscas armas de sílex y dirigidos por un hauptmann de los Reptilianos Nazis del Lado Oscuro ataviado con una cota de malla y una túnica con los colores del ejército lacertonazi. Estaba armado con una espada y un subfusil y encabezaba el asalto contra la casa de Kate la Roja. Brontes no sabía de donde habían salido aquellos seres. Bueno, si que tenía una ligera idea. A fin de cuentas algunas regiones de Irlanda e Inglaterra, además de otras del continente europeo, albergaban tribus degeneradas de hombres serpiente que habían caído en la barbarie y la degradación progresiva. Aunque algunas estaban lideradas por ejemplares puros de su especie, antiguos hechiceros valusianos o científicos hiperbóreos que habían estado en hibernación o estásis, la mayoría eran simplemente callejones cerrados en la evolución biológica y cultural que acabarían por extinguirse. En algunas regiones los confundían con las hadas y duendes, con la Gente Pequeña, pero no eran de la misma categoría. Y, en este caso, un oficial de los RNLO había logrado hacerse con el control de una de las tribus y la estaba capitaneando para atacar a Kate la Roja y darle muerte.

Pero, como sucedía con los planes de los RNLO, a menudo tenían un fallo, que pudiera ser pequeño, pero era importante para lograr el éxito o caer en el estrepitoso fracaso. En esta ocasión, el pequeño detalle no era otro que Brontes. El griego, que estaba algo aburrido y echaba en falta algo de acción, sonrió y empuñó ambos martillos. Sin molestarse en mirar atrás o en pensar en avisar a Yekaterina y Kate la Roja, se lanzó al combate. Como sucedía en estos casos, aquello fue rápido, duro y brutal. Fue como arrojar una bola de demolición contra un montón de bolos. Sin molestarse siquiera en invocar el relámpago y la tormenta, haciendo uso únicamente de su fuerza bruta, que no era precisamente escasa, Brontes cargó. Era un juggernaut, un cuerpo imparable, imparable al menos para aquellos hombres serpiente degenerados y el hauptmann reptiliano que contemplaba con ojos desorbitados al coloso que se le echaba encima.

Brontes, que no desarrollaba una gran velocidad punta pero al que su enorme masa le proporcionaba una engañosa aceleración, se estrelló contra las “filas enemigas”, por llamarlas de alguna manera. Los primitivos y degenerados seres no tuvieron ninguna oportunidad. El griego pasó a través de ellos como un cuchillo caliente a través de la mantequilla, penetrando entre ellos y repartiendo golpes a diestro y siniestro con sus dos martillos. Los hombres serpiente salían volando a un lado y otro, de manera que un experto en balística se podría haber entretenido calculando las trayectorias y determinando los puntos de aterrizaje. La brutal escaramuza no duró demasiado, y, cuando Brontes reventó la cabeza del oficial reptiliano de un poderoso revés, los pocos hombres serpiente que aún quedaban con capacidad de moverse salieron despavoridos.

Así pues, con aquel asunto solucionado, el griego regresó a la casa. Si su desconocido adversario había enviado al hauptmann reptiliano, podía enviar más fuerzas a tratar de matar a Kate la Roja. Y esta vez seguramente estarían más preparados. Por ello, era hora de ir partiendo. Al regresar al hogar de la sacerdotisa de la Cabra Blanca, escuchó unos sonidos que le parecieron un tanto peculiares. Y como no quería imitar al Becario de la Fundación Wilmarth con su “crimen” ni homenajear nuevamente a Guy de Maupassant, optó por asomarse por una ventana: mientras Brontes se hacía cargo de la amenaza (sin demasiadas complicaciones), descubrió que ambas mujeres ciertamente se lo estaban pasando muy bien. Y es que Kate la Roja había sacado su reserva particular de whisky irlandés y la estaba compartiendo generosamente con Yekaterina. Y, debido a que era una bebida particularmente fuerte (nunca pruebes el whisky casero de una bruja irlandesa del siglo X si no estás seguro de poder aguantar bien la bebida, y aún así ve con cuidado), estaban las dos en un más que evidente estado de embriaguez. Así pues, con las dos un tanto perjudicadas por el alcohol, le tocó al griego cargar con ambas, llevarlas al camión y conducir de regreso al futuro. Al día siguiente, ambas tendrían una resaca de notables proporciones, pero eso ya es otra historia.

El equipo se estaba reuniendo:
  • Yekaterina, soldado de élite morlock.
  • Katherine Ashford, estudiante de Historia del Arte.
  • Ka-Neferu, sacerdotisa de Bastet.
  • Katherine "Bogatyr" Ashford, líder rebelde y refugiada espaciotemporal.
  • Kate la Roja, sacerdotisa irlandesa de Shub-Niggurath

sábado, 10 de marzo de 2018

Retorno a la Necrópolis de la Luna Negra

Un tie-in de Crisis of Infinity Kates

Para Welcome saber que se estaba gestando algo importante en torno a su novia, Katherine Ashford, y tener que estar a un lado la ponía de los nervios. No es que no confiara en Kate, pues sabía de sobra que era una mujer decidida, inteligente, responsable y auto suficiente. Además, contaba con la ayuda de los morlocks que, independientemente de su ideología socialista utópica, que resultaría anatema para muchos en USA, eran sumamente competentes. Aun así, le habría gustado poder hacer algo más que quedarse en segundo plano. Pero eso sí, respetaba la decisión de Kate de actuar por su cuenta con apoyo de la morlock Yekaterina y, además, también había que ver el lado positivo: desde que estaba metida en todo aquel asunto, hacía el amor como si el mundo se fuera a acabar al día siguiente. Era, decididamente, una interesante ventaja. Además, los contactos de Welcome con los morlocks le permitían visitar libremente la base de estos y no había dejado pasar la oportunidad de “seducir” a las Kates alternativas. Aunque en el caso de Kate “Bogatyr” Ashford, la que venía del futuro distópico dominado por los reptilianos, había sido más bien al contrario, ya que apenas Welcome había dicho nada cuando la Kate más mayor le dejó claras sus intenciones y, varios orgamos más tarde, Evangeline ciertamente pudo constatar que esa versión futura de su novia había ampliado gratamente sus experiencias y destrezas sexuales. En cuanto a Yekaterina, bueno, no era la primera vez que la joven se acostaba con algún morlock, en este caso con una mujer, y pudo comprobar que las guerreras morlock no sólo eran las más combativas y fogosas en la lucha, sino que también cumplían sobradamente en la cama, además de que la cultura morlock era refrescantemente abierta en cuanto a temas sexuales. Finalmente, Ka-neferu, la Kate egipcia, supuso también una agradable sorpresa para Welcome, por ser agradablemente lanzada y abierta y por haberse adaptado rápidamente a su nueva situación. Pero, asuntos sexuales aparte, Evangeline había aprovechado el tiempo para ponerse al día de lo sucedido y, por iniciativa propia, había planteado una propuesta a Yekaterina: tratar de averiguar algo más sobre las alteraciones en la corriente temporal, las consecuencias de estas y como localizar su origen. Para ello, había decidido usar un medio de investigación alternativo, visitando un lugar en el que ya había estado una vez y, por ello, podía volver a visitarlo utilizando la espada Ouroboros. Ni que decir tiene que la morlock aceptó la propuesta de Welcome, pues toda ayuda sería bien recibida.

Ese mismo día, más tarde, Evangeline revisaba que todo estuviera listo. No sabía cuanto tiempo iba a necesitar, así que había recurrido a la experiencia de Ashley Johnson (quién estaba mortalmente aburrida ya que llevaba un tiempo que sólo hacía trabajo de oficina y no llamaban a su equipo de GodHunters a misiones de campo) para preparar las provisiones y equipo que pudiera necesitar para pasar unos días en una biblioteca sita en otra dimensión. De paso, la mujer decidió apuntarse mientras enviaba al resto de mujeres de su comando a tomarse una semana de vacaciones, que bien merecidas tenían. A fin de cuentas, el negocio de la seguridad en Arkham funcionaba perfectamente, debido a la cantidad de fenómenos extraños que sucedían a menudo. Así pues, una aproximación directa y sin sorprenderse por lo raro que pudiera suceder era algo bienvenido por los arkhamitas. Por ello, cuando un antiguo demonio sumerio se alojaba en una nevera, el personal de Omicron Scorpions no respondía con incredulidad ni daba vueltas al asunto: acudía y buscaba la mejor manera de resolver el problema.

De esta manera, las dos mujeres, una ataviada con su equipo de superheroína vikinga y la otra con su ropa militar de faena, se encaminaron a un lugar tranquilo, a las afueras de la ciudad. Una vez escogido el sitio perfecto, lejos de abraza árboles, estudiantes fumados, parejas teniendo sexo en la naturaleza, asesinos psicópatas enmascarados en busca de parejas teniendo sexo en la naturaleza, Zaratustra, nudistas pasando frío y demás gente que se movía por las tierras que rodeaban la ciudad, entraron en acción. Welcome, desenvainando su espada mágica, hizo un corte perfecto en el tejido de la realidad. Sí, antes hacía rasgaduras, pero con la práctica ha mejorado la técnica y sus tajos son más precisos y limpios. Ambas mujeres cruzaron al otro lado.

En otra dimensión, más allá de las estanterías conocidas, más allá de los mundos conocidos, más allá de las hamburguesas de pescado y el pescado empanado del EldritchBurguer, se alzaba poderosa, terrible, ominosa, macabra, siniestra, como surgida de una impía, blasfema e innominada fusión del trabajo de Tim Burton y H. R. Giger la Necrópolis de la Luna Negra. Y allí, en algún lugar entre los mausoleos, en una estantería dentro de las salas de lectura y archivos en las tumbas milenarias que no dan cobijo a cadáver alguno, pudiera tal vez aguardar el secreto que Welcome había ido a desentrañar. Conocer la forma de rastrear de forma más eficiente las alteraciones en el continuo espaciotemporal, y, de esta manera, echar una mano a los morlocks y a Kate. Pero había una segunda intencionalidad tras todo aquello. Si realmente podía encontrar en aquel lugar conocimientos sobre los viajes temporales, tal vez pudiera hallar algo que la ayudara a comprender mejor los poderes de su espada. Y no es que se manejara mal con ella. Había aprendido esgrima con Perun, y Loki había forjado y encantado la hoja para cortar el tejido de la realidad a través del tiempo, el espacio y los planos de la existencia. Y Welcome había aprendido a manejarla con soltura y abrir portales de forma rápida y precisa. Pero era posible que la espada guardara algún otro secreto o alguna forma de usarla que no había desarrollado hasta ese momento. Además, desde su primera visita a la Necrópolis de la Luna Negra sentía curiosidad por aquella inmensa ciudad biblioteca de los muertos. Y, claro, aunque quería saber más sobre la misma, no podía plantarse allí de cualquier manera. Tenía sus estudios y responsabilidades y, ya que iba a visitar aquel lugar, que fuera por una causa definida.

Como ya sucedió la primera vez, Delta Wave Welcome y Ashley Johnson no aparecieron en alguna de las fronteras de la necrópolis, sino en uno de los sectores de la misma. En este en particular, la arquitectura era menos gótica y más anómala, con un mayor toque de Giger. Aún no se habían encontrado con nadie, aunque tampoco era un encuentro que aguardaran con especial interés. Cierto era que aquel cementerio biblioteca era inmenso, y no resultaría fácil orientarse sin conocer algunas pautas sobre su ordenación arquitectónica y urbanística, así como algún que otro punto de referencia. Pero tampoco sabían como se manifestarían los moradores de aquel lugar.

La respuesta a esto no tardó en aparecer bajo la forma de una enorme figura metálica, un descomunal autómata que poco tenía que envidiar en cuanto a envergadura y constitución a Brontes. El sonido de los mecanismos interiores, combinado con algún golpeteo metálico producido al moverse, anunciaron su presencia. El diseño era de humanoide básico, sin demasiadas florituras y , fuera quien fuera el que lo creó, optó por ahorrar en estética para apostar por la funcionalidad. Por ello, la cabeza carecía de rasgos. Tan sólo tres ojos formando los vértices de un triángulo equilatero y una sencilla raja a modo de boca conformaban su rostro. Era diferente del autómata mecánico que vio Welcome durante su primera visita, pero tampoco era raro que en la Necrópolis de la Luna Negra optaran por diversos diseños de seres mecánicos similares. El enorme ser comenzó a articular sonidos de forma algo tosca y con voz de bajo hasta que logró dar con la combinación sonora apropiada para comunicarse con ellas. Ciertamente, el que había creado aquellos golems mecánicos debía tener aficiones o intereses en común con Pkaurodlos, pues aquel ser se presentó de forma muy cortes y se identificó como un golem bibliotecario de la Necrópolis de la Luna Negra y se ofreció a guiarlas en su búsqueda. Welcome y Ashley se miraron mutuamente y optaron por aceptar la ayuda de aquel coloso de metal. A la pregunta sobre lo que buscaban en aquel cementerio biblioteca, la joven heroína optó por responder sinceramente. Por ello, como si en la Universidad Miskatonic hubiera optado alguien por solicitar consultar alguno de los extraños y oscuros volúmenes que se guardaban en la colección especial, las dos mujeres fueron conducidas a la presencia del soberano y director de aquel lugar, Zoltaris, a quien Evangeline ya conoció en su primera visita.

El golem las llevó a un mausoleo que, además de sus funciones habituales de sala de lectura, había sido habilitado como un despacho que, en esos momentos estaba siendo utilizado por el liche. Vestía sus habituales ropajes de tono morado con algunos adornos de calaveras, pues para algunas cosas era bastante tradicional. Parecía estar enfrascado en revisar unos documentos cuando las dos mujeres entraron. El no muerto alzó la cabeza y esbozó una escueta sonrisa en su rostro cadavérico de piel apergaminada. Tras el primer encuentro con Welcome había tenido la sensación de que desconocida para otras entidades. En cualquier caso, ambas mujeres quedaron gratamente satisfechas por el recibimiento recibido.  Tras un breve intercambio y el ofrecimiento de algún refrigerio, que ambas mujeres rechazaron, optaron por pasar a tratar la cuestión que les había llevado hasta allí. Y es que no sabían cuanto tiempo iban a permanecer en aquel lugar o lo fructífera que podía resultar su búsqueda. Por ello, Welcome le planteó el tema que les había conducido a la Necrópolis de la Luna Negra: la amenaza que se cernía sobre el continuo espaciotiempo, la posible interrupción de determinadas ramas de un árbol genealógico y las consecuencias que esto tendría sobre la causalidad, así como las paradojas y alteraciones de consecuencias imprevisibles.

El liche reflexionó sobre lo que le habían contado. Ciertamente no era algo que pudiera tomarse a la ligera, pues las alteraciones espaciotemporales y las paradojas derivadas de las mismas podían resultar sumamente graves. No era fácil cuantificar y cualificar el resultado que se pudiera obtener de tales hechos. Por ello, no podía dejar de buscar la forma de ayudarlas. A fin de cuentas, aquella necrópolis era una de las mayores bibliotecas del espaciotiempo. Así pues, cogió uno de los gruesos volúmenes que tenía sobre la mesa y comenzó a estudiarlo detenidamente. Tras repasar varias páginas, pareció dar con lo que estaba buscando. Así pues, lo dejó y optó por otro libro, este más delgado, en apariencia. Y es que, al abrirlo, comenzó a desplegar algo que parecía un plano diseñado para mostrar una estructura en n-dimensiones, siendo n un número a determinar que permita reflejar una topología no euclidiana y referida a una representación definida según unas normas matemáticas, geométricas y de planificación urbanística surgidas de una mente extraña, ajena, probablemente bajo los efectos del alcohol y una grave distorsión de la realidad producida por una fuerte enajenación mental en otro mundo, en otro plano de la realidad. Y es que se trataba de un plano de la Necrópolis de la Luna Negra en que se mostraban también los accesos al Espacio-B, algunas de las zonas colindantes de este plano de la realidad que conecta todas las bibliotecas del espaciotiempo y, al mismo tiempo, actuaba como índice-guía de los contenidos temáticos y por autor de cada uno de los mausoleos y tumbas que conformaban la Necrópolis de la Luna Negra. Entre todo aquel maremagnum de información, Zoltaris señaló un punto concreto.

-Aquí -dijo apoyando un dedo huesudo en el plano-. En este lugar podréis encontrar todo tipo de libros sobre el continuo espaciotiempo, como navegar a través de él y triangular y determinar posiciones concretas en el mismo. Tendréis un golem a vuestro servicio para ayudaros y guiaros. Esta biblioteca puede ser sumamente complicada si no la conoces.

Tras esto no tardó en aparecer uno de los autómatas de la Necrópolis, que les guió a través de las intrincadas calles de aquel cementerio biblioteca, que, pese a estar diseñadas según un patrón de rejilla, parecían obedecer a algún tipo de geometría no euclidiana alienígena. Por ello, en un tiempo indeterminado lograron llegar al lugar que les habían indicado. Las dos mujeres, con ayuda del golem, comenzaron a indagar entre los múltiples libros que se guardaban en aquel mausoleo. La colección era abundante, y no todos los volúmenes estaban escritos en idiomas que ambas pudieran comprender. Welcome hablaba inglés y español y se defendía con algo de r'lyehano y latín y chapurreaba malamente el aklo. Por su parte, Ashley Johnson además del inglés, sabía español, francés y alemán, y podía defenderse en árabe. Con eso cubrían más o menos, una parte importante de los libros, aunque había otros que superaban sus dominios de las lenguas o, directamente, estaban escritos en idiomas que les resultaban por completo desconocidos, entre ellos, uno que algún gracioso había transcrito en una extraña versión del español hablado por un andaluz cerrado y con expresiones de un humorista ya desaparecido. Por ello no era raro encontrar algún término como “condemor” en medio de la descripción de algún extraño lugar. Afortunadamente, el golem bibliotecario estaba preparado para estos menesteres, por lo que podía realizar tareas de traducción simultánea además de ayudarles a seleccionar los libros más importantes. Tras realizar unas tiradas exitosas de “Buscar libros” y completar ocho horas de búsqueda, lograron dar con un par de libros que podían resultarles de utilidad: “Guía del vagabundo espaciotemporal: Trucos y consejos para moverse por la causalidad” y “Tempus Fugit: Un estudio sobre las anomalías espaciotemporales, su interferencia en la causalidad y consecuencias en el Espacio-B”, éste último parecía haber sido escrito por un poco afortunado mago de la Universidad Invisible. Aunque había otros que parecían poder ser de ayuda, estos dos eran los que más información contenían. Por ello, el golem se ocupó de llevarlos al servicio de reprografía de la Necrópolis de la Luna Negra, donde, rápidamente, pudieron hacerles sendas copias, de manera que los originales seguirían allí conservados.

Con este objetivo cumplido, había llegado el momento de regresar a Arkham. Sólo el tiempo diría si sus resultados e investigaciones resultarían de importancia o no. Mientras tanto, sólo quedaba regresar y aguardar los acontecimientos.volvería a encontrarse con esa valquiria, y no había quedado defraudado. Pero ahora la acompañaba otra mujer que, por su porte, también tenía un aire marcial, más militar que Evangeline. Zoltaris, haciendo uso de una excelente cortesía, las recibió y saludó con amabilidad y protocolo. Y es que, cuando tienes la eternidad por delante y estás al mando de una inmensa necrópolis biblioteca, hay cosas que nunca pasan de moda, como los buenos modales, aunque estos puedan ir cambiado con el paso de los tiempos. Y, aunque la refinada urbanidad y cortesía era algo característico de las deidades y seres sobrenaturales y paranormales de carácter reptilesco, tampoco era una cualidad desconocida para otras entidades. En cualquier caso, ambas mujeres quedaron gratamente satisfechas por el recibimiento recibido.  Tras un breve intercambio y el ofrecimiento de algún refrigerio, que ambas mujeres rechazaron, optaron por pasar a tratar la cuestión que les había llevado hasta allí. Y es que no sabían cuanto tiempo iban a permanecer en aquel lugar o lo fructífera que podía resultar su búsqueda. Por ello, Welcome le planteó el tema que les había conducido a la Necrópolis de la Luna Negra: la amenaza que se cernía sobre el continuo espaciotiempo, la posible interrupción de determinadas ramas de un árbol genealógico y las consecuencias que esto tendría sobre la causalidad, así como las paradojas y alteraciones de consecuencias imprevisibles.

El liche reflexionó sobre lo que le habían contado. Ciertamente no era algo que pudiera tomarse a la ligera, pues las alteraciones espaciotemporales y las paradojas derivadas de las mismas podían resultar sumamente graves. No era fácil cuantificar y cualificar el resultado que se pudiera obtener de tales hechos. Por ello, no podía dejar de buscar la forma de ayudarlas. A fin de cuentas, aquella necrópolis era una de las mayores bibliotecas del espaciotiempo. Así pues, cogió uno de los gruesos volúmenes que tenía sobre la mesa y comenzó a estudiarlo detenidamente. Tras repasar varias páginas, pareció dar con lo que estaba buscando. Así pues, lo dejó y optó por otro libro, este más delgado, en apariencia. Y es que, al abrirlo, comenzó a desplegar algo que parecía un plano diseñado para mostrar una estructura en n-dimensiones, siendo n un número a determinar que permita reflejar una topología no euclidiana y referida a una representación definida según unas normas matemáticas, geométricas y de planificación urbanística surgidas de una mente extraña, ajena, probablemente bajo los efectos del alcohol y una grave distorsión de la realidad producida por una fuerte enajenación mental en otro mundo, en otro plano de la realidad. Y es que se trataba de un plano de la Necrópolis de la Luna Negra en que se mostraban también los accesos al Espacio-B, algunas de las zonas colindantes de este plano de la realidad que conecta todas las bibliotecas del espaciotiempo y, al mismo tiempo, actuaba como índice-guía de los contenidos temáticos y por autor de cada uno de los mausoleos y tumbas que conformaban la Necrópolis de la Luna Negra. Entre todo aquel maremagnum de información, Zoltaris señaló un punto concreto.

-Aquí -dijo apoyando un dedo huesudo en el plano-. En este lugar podréis encontrar todo tipo de libros sobre el continuo espaciotiempo, como navegar a través de él y triangular y determinar posiciones concretas en el mismo. Tendréis un golem a vuestro servicio para ayudaros y guiaros. Esta biblioteca puede ser sumamente complicada si no la conoces.

Tras esto no tardó en aparecer uno de los autómatas de la Necrópolis, que les guió a través de las intrincadas calles de aquel cementerio biblioteca, que, pese a estar diseñadas según un patrón de rejilla, parecían obedecer a algún tipo de geometría no euclidiana alienígena. Por ello, en un tiempo indeterminado lograron llegar al lugar que les habían indicado. Las dos mujeres, con ayuda del golem, comenzaron a indagar entre los múltiples libros que se guardaban en aquel mausoleo. La colección era abundante, y no todos los volúmenes estaban escritos en idiomas que ambas pudieran comprender. Welcome hablaba inglés y español y se defendía con algo de r'lyehano y latín y chapurreaba malamente el aklo. Por su parte, Ashley Johnson además del inglés, sabía español, francés y alemán, y podía defenderse en árabe. Con eso cubrían más o menos, una parte importante de los libros, aunque había otros que superaban sus dominios de las lenguas o, directamente, estaban escritos en idiomas que les resultaban por completo desconocidos, entre ellos, uno que algún gracioso había transcrito en una extraña versión del español hablado por un andaluz cerrado y con expresiones de un humorista ya desaparecido. Por ello no era raro encontrar algún término como “condemor” en medio de la descripción de algún extraño lugar. Afortunadamente, el golem bibliotecario estaba preparado para estos menesteres, por lo que podía realizar tareas de traducción simultánea además de ayudarles a seleccionar los libros más importantes. Tras realizar unas tiradas exitosas de “Buscar libros” y completar ocho horas de búsqueda, lograron dar con un par de libros que podían resultarles de utilidad: “Guía del vagabundo espaciotemporal: Trucos y consejos para moverse por la causalidad” y “Tempus Fugit: Un estudio sobre las anomalías espaciotemporales, su interferencia en la causalidad y consecuencias en el Espacio-B”, éste último parecía haber sido escrito por un poco afortunado mago de la Universidad Invisible. Aunque había otros que parecían poder ser de ayuda, estos dos eran los que más información contenían. Por ello, el golem se ocupó de llevarlos al servicio de reprografía de la Necrópolis de la Luna Negra, donde, rápidamente, pudieron hacerles sendas copias, de manera que los originales seguirían allí conservados.

Con este objetivo cumplido, había llegado el momento de regresar a Arkham. Sólo el tiempo diría si sus resultados e investigaciones resultarían de importancia o no. Mientras tanto, sólo quedaba regresar y aguardar los acontecimientos.

sábado, 3 de marzo de 2018

Horror en el EldtrichBurguer

Hacía mucho tiempo que no se atrevía a realizar ningún experimento de reanimación de cadáveres, y esto era algo que frustraba a Vinnie West. Y no había ayudado nada que viniera a la ciudad un autobús de fans de su antepasado Herbert West. No podía aparecer delante de ellos como el hombre que no conseguía resucitar a nadie de ningún modo, eso sería bochornoso. Tanto, que hizo todo lo posible por evitarlos, así que decidió ir un sitio por el que seguro que no pasarían: el EldritchBurguer. Sabía que no aparecerían por allí porque iban a hacer una parrillada de casquería como homenaje al documental sobre su antepasado que se estrenó en los años '80. También tenía hambre y le gustaban las hamburguesas de ese local, pero eso era secundario.

Cuando Vinnie entró al local se encontró con una clientela bastante diversa. había algunos estudiantes con la cazadora de la Universidad Miskatonic, gente con los ojos grandes y acuosos y una cara entre batracia y de pez, estaba también el individuo aquel que trabajaba en la universidad, el ciclópeo gigantón. También había un par de tipos muy extraños, vestidos con túnicas. Por un momento pensó que serían krishnas, pero iban muy bien peinados, hasta juraría que llevaban gomina. Tampoco le dio mucha importancia. Seguramente serían adoradores de los muchos dioses que pululaban asiduamente por la ciudad.

Vinnie fue a la zona de pedidos y eligió la básica hamburguesa de pescado, con patatas fritas y refresco. Una vez le hubieron servido, fue a una mesa y comió tranquilamente. Al poco rato, sintió ganas de ir al baño. Ya se había terminado la comida, así que le dio un fuerte trago a lo que le quedaba de refresco y fue al servicio de hombres. Vinnie entró y vio que los urinarios estaban al fondo, así que se dirigió a ellos, pero no llegó a alcanzarlos, pues a medio camino, la puerta de un cubículo se abrió de golpe, dando un garrotazo a Vinnie en toda la  cara.

-Lo siento -dijo uno de aquellos hombres con cara de pez mientras salía del baño.

El aprendiz de reanimador se levantó del suelo, pero el Vinnie que ahora sonreía maléficamente no era el mismo que se había caído.

Brontes estaba disfrutando de su Menú Big Innsmouth cuando notó algo extraño en su hamburguesa. Parecía moverse por cuenta propia. Antes de que pudiera reaccionar, el pan se abrió como dos paneles y el trozo de carne saltó como un pez y le golpeó en la cara, tras lo que cayó al suelo y se fue deslizándose. El cíclope se levantó para encontrar a la hamburguesa rebelde cuando se dio cuenta de que las hamburguesas de los demás también habían saltado y estaban o golpeando a los clientes y corriendo por el suelo. En menos de un minuto, todo el local estaba lleno de hamburguesas de pescado que corrían de aquí para allá, o de empleados del local, que huían de las hamburguesas que iban a cocinar o ya estaban en la plancha.

-¿Pero qué es esto? ¿Es que en esta ciudad uno no puede ni almorzar sin que la comida te quiera morder la nariz? -se preguntó Brontes.

Ahora, el linóleo del EldrithBurguer estaba lleno de grasa y restos de salsa. Las hamburguesas habían desaparecido, y los clientes miraban a su alrededor sin atreverse a hacer nada. El cíclope no había venido armado, no suponía que el almuerzo se rebelaría contra él, pero aun sin armas podría enfrentarse a las hamburguesas si volvían a aparecer. Pensando esto, el cíclope caminó lentamente, oteando en busca de las hamburguesas. Los híbridos de profundo también se atrevieron a buscar la comida que había desaparecido de la vista. El único que seguía sentado, como si todo aquello no fuera con él, era el individuo vestido con la túnica roja. Sabía que El Gran y Poderoso E le protegería de cualquier cosa.

-Les aseguro que esto no es normal -dijo el encargado del EldritchBurguer -. La comida de este local es mansa y uno puede comerla sin que se tenga que enfrentar a ella.

Ni había dicho estas palabras, cuando un grupo de mesas y sillas salieron volando como si algo hubiera explotado debajo de ellas. Del estropicio salió algo que parecía una especie de pez bípedo, hecho todo él con las hamburguesas desaparecidas, que seguían temblando y moviéndose como una sardina. El constructo de hamburguesas arremetió contra el mobiliario, cosa que hizo que los clientes humanos normales salieran huyendo por la puerta. Los híbridos de profundo se pusieron en posición de combate. Puede que los habitantes de Arkham no estuvieran acostumbrados a pelearse con la comida, pero para ellos no sería ni la primera ni la última.

Brontes, sin apenas pensarlo, se lanzó sobre el constructo de hamburguesas y comenzó a darle puñetazos con su fuerza sobrehumana. Cada golpe hacía que una buena cantidad de comida saliera disparada y se desperdigara por todas partes, pero estos fragmentos volvían corriendo y se unían al resto en su forma de pez con patas y mal genio. Lo que hasta ahora eran aletas se convirtieron en brazos acabados en puños y golpearon a Brontes, dejándole todo manchado de grasa.

-Con que esas te traes ¿eh, montón de carne? -dijo Brontes moviendo los pies como en un combate de boxeo.

Los híbridos de profundo corrieron profiriendo alabanzas a Dagón y cayeron sobre el monstruoso montón de carne. Su estrategia era distinta a la de Brontes, pues mientras este intentaba vencer a la criatura a puñetazos, estos lo que hicieron fue comérselo. A bocados fueron deshaciendo al constructo, mientras este se defendía a golpes. Este enfrentamiento estaba siendo más igualado, porque los híbridos tenían hambre, pero cuando estuvo claro que el montón de hamburguesas tenían las de perder, apareció un nuevo grupo desde la cocina. Parecía que se habían descongelado ellas solas y se incorporaron al monstruo, haciéndolo más grande y pateando a los híbridos de profundo, que no esperaban este contraataque.

Brontes se hartó de aquella pelea tan absurda e invocó al poderoso rayo, que vino desde el cielo, tocó amablemente a la puerta del local y, después de que el adorador de El Gran y Poderoso E le abriera, cayó con fuerza sobre el montón de carne, que estalló dejando sólo las piernas allí temblando churruscadas.

-Contra eso no tenías nada ¿eh, amigo? Piénsatelo la próxima vez antes de enfrentarte a Brontes -dijo el cíclope satisfecho.

-Oiga, le está hablando usted a un montón de carne hecha pedazos -le apuntó uno de los híbridos de profundo.

-No me estropees la escena, hombre -le respondió Brontes.

Los empleados del local se levantaron y salieron de sus escondites, ahora que parecía que la amenaza había desaparecido. El encargado no hacía más que disculparse y asegurar que aquello no volvería a pasar

-Vosotros, aseguraos de que no salen más hamburguesas ni de la nevera ni de las planchas. No quiero ver ni una sola hamburguesa por aquí -dijo el cíclope dirigiéndose a los empleados del local.

Los empleados fueron a hacer lo que Brontes les había dicho, pero apenas dieron un par de pasos y se encontraron con un nuevo constructo ¡¡¡uno hecho con ensaladas!!!

-¡Eh, tú! -exclamó Brontes mientras los híbridos de profundo intentaban destruir a la ensalada que camina -. El de la túnica, sí, tú. ¿No se supone que tu dios te protege y todo eso? ¿Pues por qué no hace desaparecer a estas cosas tan molestas?

-Sí, El Gran y Poderoso E me protege. Como habría comprobado usted, no he sido atacado en ningún momento -explicó el adorador.

-¿Y qué pasa con nosotros? -insistió Brontes.

-Bueno, El Gran y Poderoso E también necesita entretenimiento.

-¿Entretenimiento? Te  voy a... -la frase de Brontes no terminó porque una lechuga le cogió del cuello.

El constructo de ensaladas caminó con Brontes hacia la parrilla mientras pateaba a los híbridos de profundo. Parecía ser imparable.

-¡¿Pero cómo es posible que un constructo hecho de lechuga, cebolla y otros productos del campo sea tan fuerte?! ¡¡¡Esto es absurdo!!! -exclamó Brontes cuando consiguió soltarse de la criatura... o el vegetal... lo que sea.

-¿Por qué no le lanza un rayo como el de antes? -sugirió el adorador de El Gran y Poderoso E, que se había sentado y estaba comiendo palomitas.

-¡Me estás tocando los cojinetes hoy! -La paciencia del cíclope estaba ya acabándose. Invocó otro rayo, este mucho más poderoso que el anterior, que atravesó la ventana de cristal del EldritchBurguer y golpeó al constructo de ensalada, que pasó a ser un constructo de vegetales asados. Brontes no se lo pensó dos veces y se comió todo lo que no había sido pulverizado por el rayo -. Pues estaba bueno, oye...

-Tenemos que encontrar al que está invocando a estas cosas -dijo uno de los híbridos de profundo.

-Yo diría que el invocador está en el baño -comentó el adorador de El Gran y Poderoso E.

-¿Y eso cómo lo sabes? ¿Es que te lo ha dicho tu dios?

-No, amigo ciclópeo, simplemente me he fijado en que estos ataques han comenzado cuando un tipo con bata blanca ha entrado en el baño del local.

A Brontes le estaban dando unas ganas enormes de darle un guantazo al hombre con la túnica, pero decidió concentrarse en lo importarnte. Antes de que diera tiempo a que apareciera un constructo de helados o algo peor, Brontes entró al baño de caballeros del EldritchBurguer. Allí encontró a un hombre flotando en el aire con los ojos cerrados. De él emanaba una especie de aura de colores diversos y un zumbido que era un poco molesto.

-¿Pero no es el idiota ese que siempre está intentando resucitar muertos? -dijo Brontes mientras se acercaba a él.

-Esta es una variación. Estoy dando vida a lo muerto que ha sido convertido en comida -dijo con un escalofriante susurró el hombre que flotaba.

-¿Sí? Pues esta es mi variación del garrotazo en la cara.

Brontes cogió fuerza y lanzó un potente puñetazo contra la mejilla de Vinnie West, que salió disparado y se estampó contra la pared. El cíclope corrió hasta él y comenzó a zarandearlo.

-¿Te ha gustado mi variación? Si quieres te la repito...

Vinnie abrió los ojos aturdido y miró a Brontes extrañado.

-¿Qué...? ¿Dónde...?

-Mmmm el golpe ha debido dejarlo amnésico. Perfecto.

Brones se echó a Vinnie West al hombro y volvió a la zona de restaurante. Cuando los híbridos de profundo y los trabajadores del local lo vieron con el villano derrotado comenzaron a lanzar vítores, cosa que agradó en suma al cíclope. Explicó a qué se dedicaba Vinnie West, y que nada de lo que había sucedido ese día era culpa ni de los trabajadores ni de la dirección del EldritchBurguer, cosa que hizo que Brontes fuera nombrado Caballero del Pescado en Hamburguesa. Entre la algarabía y la celebración, el aprendiz de reanimador se eschabulló y escapó por la puerta trasera. Tendría que esconderse de los fans de su antepasado en otro lugar. En aquél local parecían estar locos perdidos...

viernes, 2 de marzo de 2018

Harbinger: Cuando los reptilianos dominaban USA

Camino a Crisis of Infinity Kates (parte 2)

Un futuro cercano en una línea temporal alternativa.
Uno de los absurdos y estúpidos planes de los Reptilianos Nazis del Lado Oscuro había funcionado. Era algo sumamente improbable, pero así había sucedido. Poco después de su aparición, en 2015, comenzaron a ejecutar una estrategia tan a prueba de tontos que tenía que fallar por algún lado. Pero, inexplicablemente salió bien y, cuando se descubrió todo ya era demasiado tarde. Esta Plan Maestro consistía en verter cantidades ingentes de aspirinas en el suministro de agua de las ciudades más importantes de Estados Unidos y en algunos puntos clave de las zonas menos urbanas. De esta manera ayudarían a reducir, evitar y controlar los daños cerebrovasculares que produciría la manipulación de la programación televisiva, inundando los canales con una serie de contenidos de una creciente estulticia. Al mismo tiempo, comenzaron a manipular el partido republicano para favorecer el alzamiento de políticos de extrema derecha cada vez más estúpidos, reaccionarios, megalómanos y poco prácticos. Esto produjo una inesperada sinergia con la creciente ola de tiranía de corrección política e infantilización social para causar el advenimiento de una idiocracia iniciada con los resultados de las elecciones presidenciales de 2016. El gobierno de los Estados Unidos, cada vez más penetrado por los RNLO, se iba llenando progresivamente de fanáticos de las armas, neoliberales desatados, ultrapatriotas descerebrados y xenófobos en general. Esto facilito la progresiva inclusión reptiliana que, a modo de amos de títeres, se fueron apoderando de todo de forma discreta y sin llamar la atención. Seguramente Robert Heinlein se estaría revolviendo en su tumba al ver como la pesadilla que describía en su novela “Amos de títeres” se iba haciendo realidad pero desde la perspectiva inversa. Estados Unidos no era invadido por alienígenas de corte soviético y estalinista, sino por lacertonazis de extrema derecha. Mientras tanto, en las sombras, los RNLO se habían manifestado ante aquellas multinacionales afincadas en Estados Unidos que pudieran resultar afines a su causa o que podrían resultar beneficiadas de su colaboración el gobierno en la sombra. La New World Enterprises había aceptado sin pensárselo dos veces, pues. El estrechar lazos con los reptilianos le daba acceso a su tecnología, incluyendo las armaduras potenciadas Ritter y los robots gigantes nazis. No fue la única, pero si la primera en pactar con ellos y, más tarde, actuar abiertamente. Debido a esto, tras los primeros fracasos al enfrentarse al equipo Alfa Strike, optaron por adoptar un perfil bajo a la espera de que los RNLO se manifestaran abiertamente. Mientras tanto, se dedicaron a adaptar la tecnología reptiliana y a desarrollar mejoras y variantes de la misma.

Y, finalmente, llegó el Día de la Serpiente, cuando los Reptilianos Nazis del Lado Oscuro se manifestaron abiertamente ante una nación oprimida y doblegada mediante la manipulación. Era un estado que combinaba la pesadilla orwelliana con la infantilización social y el bombardeo masivo de oferta lúdica del mundo feliz de Huxley. Una distopía en la que las más disparatadas fantasías de la NRA (Asociación Nacional del Rifle) se habían hecho realidad, pero sometida, al mismo tiempo, a un estricto régimen social dirigido por la élite gobernante reptiliana. Pero, ante el amanecer del reich lacertonazi, hubo algunos enclaves irreductibles cual aldea gala. Y el más importante de ellos era Arkham, Massachusetts.

En la ciudad universitaria, los estudiantes y equipo docente de la Miskatonic se pusieron de acuerdo para defender la ciudad contra la estupidez y el dominio reptiliano. Pues los invasores no se conformarían con los Estados Unidos y, una vez asentado su régimen, comenzarían a preparar su invasión a gran escala haciendo uso de la globalización. Por ello, la ciudad se convirtió en un símbolo de esperanza para aquellos que aún anhelaban la paz y la libertad. La sede de la resistencia se estableció en el EldritchBurguer, donde nadie esperaría que estuviera. Así, los edificios del campus universitario se dedicaban por entero a dar clases, organizar fiestas y preparar las defensas de la ciudad. El resultado era un tanto caótico: barricadas y nidos de armas automatizadas y con centinelas llenaban las calles principales y controlaban los accesos secundarios, mientras grupos de estudiantes cargados de libros se dirigían a la biblioteca de la universidad o a alguna clase; otros llevaban piezas y cajas de herramientas para probar algún nuevo sistema defensivo o repararlo; también estaban los que aprovechaban el tiempo para festejar como si el mundo se acabara al día siguiente. Arkham había resistido mucho tiempo, pero no podría hacerlo de forma indefinida a menos que se le pusiera fin al régimen reptiliano. El gobierno podía haber lanzado todo el peso del ejército sobre la ciudad, incluso los podría haber bombardeado hasta reducir la población a cenizas y escombros. Pero los RNLO habían optado por ser pacientes. Un ataque masivo contra Arkham habría tenido efectos contraproducentes: por un lado, la comunidad internacional se podría haber soliviantado lo suficiente como para dejar de lado su habitual inmovilidad e iniciar medidas agresivas. Por otro lado, eso habría convertido a Arkham en algo más que un símbolo de resistencia. Sus defensores se habrían convertido en mártires de la libertad y en un icono para aquellos que no estuvieran de acuerdo con el opresivo régimen de los reptilianos. Por ello, aguantaban como podían. Habían tratado de infiltrar espías, pero estos acababan por ser fácilmente descubiertos, así pues, no tenían otra opción que esperar y, llegado el momento, lanzar un golpe maestro que acabara con Arkham dejándolos a ellos impolutos, sin nada que les acusara del final de la ciudad universitaria.

Lamentablemente para los RNLO, el movimiento de resistencia que regía la urbe era demasiado hábil para caer en las toscas trampas que les enviaban. Apoyado por los morlocks comunistas, se había iniciado gracias a la acción rápida de los Pickman, sin embargo, ni los recursos de estos ni la tecnología morlock podía hacer nada contra un país entero. Y es que el Equipo Exile de la Unión de Tribus Socialistas Morlocks era poderoso, pero limitado en número. Y la sorprendente astucia con la que los Reptilianos Nazis habían logrado desarrollar sus planes les había cogido a todos por sorpresa. Con la ayuda de Alfa Strike, la resistencia arkhamita había logrado repeler los ataques militares, aunque no sin bajas. Un francotirador particularmente hábil había logrado matar a Harvey Pickman; Anna Pickman sobrevivía en las Tierras del Sueño mientras su cuerpo estaba en coma tras haber sido gravemente herida en una batalla. Incluso Welcome había caído en combate en la carga contra la Oleada Escamosa dirigida por Odín. Esa fue el último intento armado de tomar la ciudad por parte de los RNLO. Había sido un ataque masivo con tropas de tierra apoyadas por robots gigantes nazis y el liderazgo del nórdico y la joven habían logrado dar ánimos a los defensores, que se vieron superados y casi arrasados por las tropas enemigas. Así, Sojat, líder del Equipo Exile había quedado al mano de la Resistencia, con Katherine Ashford como segunda al mando y Brontes liderando los equipos de ingenieros y zapadores.

Pero llegó un punto de inflexión en el que los defensores, conscientes de que su resistencia no podía ser ilimitada y la derrota del régimen lacertonazi iba a ser casi imposible sin una ayuda exterior que tal vez nunca llegara, optaron por tomar medidas drásticas: había que capturar un Ritter Mk VI, reprogramarlo y modificarlo y enviarlo en el tiempo al pasado para que avisara de lo que estaba por venir y lo impidiera de alguna forma. Era posible que, si tuviera éxito, esa línea temporal siguiera existiendo de forma paralela o que, al producirse una paradoja, esta desapareciera. En cualquier caso, tendrían la seguridad de que los daños causados por los Reptilianos Nazis del Lado Oscuro quedarían muy restringidos. Pero, claro, una cosa era proponerlo y otra llevarlo a la práctica.

Así pues, mientras los morlocks preparaban la maquinaria de viaje en el tiempo, Brontes encabezó un comando para capturar un Ritter Mk VI. Habían escogido este modelo en concreto por ser el más avanzado que habían producido los RNLO. Los anteriores eran variantes más o menos blindadas y con distintas prestaciones de una armadura de combate potenciada. Pero éste último era un robot con IA independiente. No necesitaba un piloto, por lo que el espacio de la cabina y los sistema de soporte eran innecesarios. Y la IA era equivalente a la de un piloto reptiliano aunque con una programación de obediencia para seguir las instrucciones y ordenes que recibiera de los mandos RNLO. Localizar alguno no iba a ser demasiado difícil. Siempre había varios desplegados en el perímetro que habían instalado los reptilianos en torno a la ciudad para sitiarla. El problema era que, al ser el último modelo, disponía de las mejores prestaciones y sensores de su categoría. Por ello, no iba a resultar fácil, particularmente conseguir capturar uno sin demasiados daños.

Así, cuando el equipo dirigido por Brontes regresó a la base de la Resistencia, llevaban consigo un Ritter MK VI ligeramente maltratado por el terreno al ser arrastrado hasta allí y bastante maltratado por Brontes. Y es que el robot no tenía intención de colaborar, así que el dios tuvo que pelearse con él y vencer rápidamente para no llamar demasiado la atención. Y, claro, Brontes golpeó rápido y con fuerza, de manera que aquello daba pena verlo. Pero lo importante es que, pese al vapuleo que había recibido la estructura, los daños no habían sido demasiado graves. El blindaje estaba bastante machacado, y necesitaría algunas reparaciones importantes, pero el grueso de la estructura y los componentes que formaban su cerebro y sistemas principales estaban bastante intactos. Por ello, los morlocks tuvieron que ponerse rápidamente a realizar las reparaciones necesarias y a reprogramarlo.
No fue un trabajo fácil, pero dieron lo mejor de sí mismos y lo lograron. El resultado era un tanto chocante. Como habían trabajado con prisa, no tuvieron tiempo de repintarlo, así que mantenía el color gris de los RNLO con algunas insignias reptilianas. Pero también lucía algunos toques plenamente morlocks: placas de blindaje adicionales soldadas o remachadas, pinchos y la iconografía de la hoz y el martillo y la estrella roja. Resultaba un tanto caótico, pero la estética era lo de menos. Cuando hicieron las primeras pruebas de la inteligencia artificial reprogramada, ésta parecía funcionar bien, aunque, debido a la velocidad con la que habían trabajado, era posible que pudiera sufrir algún fallo técnico. Como parte de la reprogramación, le introdujeron un amplio conjunto de datos históricos y de planteamientos políticos morlocks, así como esquemas técnicos para que los morlocks del pasado pudieran hacer las reparaciones o modificaciones necesarias. Cuando acabaron todo estaba listo para el viaje en el tiempo.

Teniendo en cuenta la naturaleza del tiempo, técnicamente no tendrían porque tener prisa, a menos que los RNLO supieran que estaban tramando. La desaparición de un Mk VI sería investigada y tal vez pudiera indicar a los suspicaces lagartos que algo estaban planeando en Arkham. Además, cuando provocaran el viaje en el tiempo existía la posibilidad de que los reptilianos detectaran la incursión temporal. En ese caso, tratarían de atacar la base para impedirla a cualquier precio. Por ello la prisa, ya que no sabían cuando iba a ser detectado el viaje temporal, puede que incluso mucho antes de que se produjera realmente.

Y la fatalidad se produjo justo en el último momento. Con el Ritter, al que habían llamado Ribbentrop-Mólotov, ya preparado y la máquina del tiempo listo para operar y enviar al robot al pasado, se desencadenó el ataque definitivo de los RNLO. Esta vez estaban dispuestos a acabar con el problema de raíz, dejando de lado las repercusiones internacionales. Y la razón había sido que, tanto los morlocks como los propios reptilianos, habían detectado una anomalía en el tiempo, una alteración espaciotemporal que se manifestaba de una forma muy poco convencional: describía tres saltos temporales y una repentina anomalía que podría poner fin a esa línea temporal. Aunque esto no es más que una tremenda simplificación, pues el lenguaje apropiado para describir la física espaciotemporal y sus relaciones con la física cuántica requieren varios doctorados en diversas disciplinas de la física y una cantidad de aspìrinas equivalente a la que vertieron los RNLO en el suministro de agua. Pero para el caso que nos ocupa bastará la simplificación. Así pues, los morlocks (y sus adversarios reptilianos), habían detectado por anticipado que se iban a producir, con un alto grado de probabilidad, tres saltos temporales y el fin del mundo para esa línea temporal, que no sólo iba a dejar de existir, sino también a dejar de haber existido. Así pues… ¿indicaba esto que la Resistencia había logrado tener éxito? ¿Y por qué tres saltos temporales? ¿Qué estaba sucediendo? Lo que si estaba claro era que, como los equipos de registro espaciotemporal indicaban probabilidades más que hechos concretos, indicaban que algo iba a pasar pero que aún no había sucedido. Por ello, los RNLO, desesperados, trataron de impedir que se concretaran los hechos probables, así pues, lanzaron un ataque masivo con sus tropas lacertonazis, robots gigantes nazis, soldados estadounidenses y comandos de Omicron Scorpions. Ante semejante despliegue ofensivo, las defensas de Arkham no iban a poder aguantar demasiado, aunque los valerosos luchadores aguantarían todo lo que pudieran. Mientras tanto, los morlocks y Kate trataban de acelerar todos los preparativos lo máximo posible. Fue entonces cuando se concretó el primer salto espaciotemporal cuando, a través del portal en el tiempo, cruzó el Ritter MK VI Ribbentrop-Mólotov, aunque los fuertes campos magnéticos generados por la máquina y una potente descarga de taquiones (o a saber que fue en realidad), desestabilizó al robot, aunque los morlocks no supieron nada y, en 2016, el robot comunista nazi aterrizó en Arkham, bastante descentrado y algo desestabilizado. Allí, Kate y Odín se encargarían de él.

Tras concretarse ese primer salto, los sensores se volvieron aparentemente locos. De dos saltos en el tiempo, pasaron a aparecer cuatro, luego uno, seis, y tres, y la pantalla empezó a mostrar un peculiar diseño de fractales en movimiento con un motivo diseño cósmico que se alternaba con el patrón de anomalías temporales. Mientras, el asalto de los RNLO seguía su avance. Estaban cada vez más cerca, destruyendo todo a su paso, simplemente sembrando el caos, pues pretendían llegar lo antes posible al EldritchBurguer. Lo que no sabían es que así lo único que lograban era acelerar su propia destrucción. Y es que, cuando se aproximaban por fin al campus universitario, se materializó el segundo salto espaciotemporal. En medio de un destello de luz apareció un camión GAZ-69 soviético modificado al estilo morlock. Era el vehículo de salto espaciotemporal de Yekaterina, que acudía al rescate. Haciendo una entrada espectacular, pero algo desafortunada, apareció justo tras las líneas enemigas. Por ello, la morlock, saturada de adrenalina, se lanzó contra los comandos de Omicron Scorpions, en concreto contra un grupo de estos que llevaban un equipo y armamento diferente al que llevaban los demás soldados corporativos que abundaban por allí. Haciendo uso del enorme parachoques, diseñado para absorber impactos y apartar obstáculos, arrasó con todo lo que se interpuso en su camino mientras, sobre la cabina, la diosa Tiamat abría fuego con dos fusiles AK morlocks y alternaba gritos de furia con descargas de un rayo multicolor bastante destructivo. Cuando llegaron hasta el EldritchBurger, Yekaterina frenó, bajó del camión y se dirigió hacia el interior del restaurante. Mientras tanto, Tiamat siguió divirtiéndose, sumergiéndose en el caos de la guerra y alimentándose de él, haciéndose más poderosa a medida que la lucha se desarrollaba.
Una vez dentro, Yekaterina se abrió paso hasta el centro de mando. Aunque su uniforme no coincidía con el que llevaban las demás tropas, era una morlock y parecía bastante furiosa, por lo que no se molestaron mucho en ponerle pegas. Cuando alcanzó su objetivo, se dirigió a Kate y le dijo:
-Si quieres vivir, ven conmigo. Esta línea temporal está condenada y tú eres demasiado importante en estos momentos para desaparecer sin más.

Kate, atónita, empuñó la espada Ouroboros. Ésta, que fue forjada por Loki para Evangeline “Welcome” Parker, ligada a su alma, también funcionaba con Kate. De hecho, ella era la única persona capaz de usar las capacidades mágicas de la espada más allá de las correspondientes a un arma encantada estandar. Sólo que con Kate funcionaban de otra manera. Donde Welcome podía “cortar” el tejido de la realidad para crear portales espaciotemporales eventuales, en manos de Kate, el arma lanzaba un haz de luz que teleportaba de forma aparentemente aleatoria a aquel o aquello que quedara marcado como objetivo por la mente de la portadora del arma. Sin embargo no pensaba usarla de forma ofensiva en ese momento. Empuñar el arma le recordaba a su amada Welcome, que había sido su alma gemela, y la ayudaba a centrarse en momentos de tensión. Así pues, le pidió explicaciones a la morlock. Yekaterina le hizo un rápido resumen de la situación, a medida que las fuerzas RNLO se aproximaban. Por suerte, Tiamat, mientras no se aburriera, iba a mantener a raya a las tropas enemigas, pero no había que confiarse. Desconocía que recursos estarían dispuestos a usar los reptilianos. La posibilidad de reencontrarse con Evangeline, aunque mucho más joven, le atrajo al principio, pero Kate sabía que esa no sería su Welcome, ya que esta había muerto valientemente. La guerra la había endurecido, la había hecho más sabia a su propia costa y, aunque le agradaría ver de nuevo a su novia, sabía que lo que Yekaterina requería de ella eran sus talentos como segunda al mando de la Resistencia. Pero tenía la posibilidad de encontrarse con su yo más joven y compartir experiencias con ella. Y, cuando oyó hablar de las welclones, bueno, aquello le hizo poner una sonrisa boba sólo de pensar en las posibilidades. Evangeline iba a estar encantada de tener a su novia por duplicado, pero es que ella podía conocer también a una veintena de clones mutantes de Welcome, que no se habían generado en su línea temporal. Había muchas ventajas y, tenía la seguridad de que esa línea temporal iba a desparecer finalmente, y los planes de los RNLO iban a ser frustrados de forma definitiva. Además, en la línea temporal de donde procedía la morlock, y a donde iban a viajar, los reptilianos estaban atascados en una divertida incompetencia propia de villanos recurrentes de segunda. Por ello, aceptó acompañar a Yekaterina. Juntas salieron de la sede de la Resistencia y se dirigieron al camión. El espectáculo fuera era dantesco. Tiamat, sobrealimentada por el caos de la guerra y sin limitaciones aparentes para desplegar su poder, se había desahogado a gusto y el ejército reptiliano había sido destrozado de formas aleatorias y muy imaginativas. Sin embargo, esa victoria no podía hacerles sentirse confiadas. Pues, en previsión de que algo saliera mal, estaba preparado un bombardero con un arma nuclear para ser arrojada sobre la zona. Y, aunque ya era tarde para que eso resultara efectivo, no podían permitirse perder más tiempo. Por ello, Yekaterina, Kate “Bogatyr” Ashford y Tiamat subieron al camión y emprendieron el salto en el tiempo de regreso a Arkham en 2018.

El equipo se estaba reuniendo:
  • Yekaterina, soldado de élite morlock.
  • Katherine Ashford, estudiante de Historia del Arte.
  • Ka-Neferu, sacerdotisa de Bastet.
  • Katherine "Bogatyr" Ashford, líder rebelde y refugiada espaciotemporal.