miércoles, 22 de junio de 2016

Vota por Cthulhu

Estamos en plena campaña electoral, y los partidos usan todos los medios a su alcance para llegar a las masas y tratar de ganar su voto. Pero desde La Llave y la Puerta, te queremos invitar a que reflexiones sobre lo que ha sucedido estos últimos años y sobre el proceso que nos llevó desde el 20D hasta ahora. Por ello, te presentamos una alternativa radical, diferente, rompedora, que conducirá a un auténtico cambio y un fin del modelo bipartidista establecido.

Vota por Cthulhu, el grande, el poderoso, el Señor de R'lyeh, a quien sirven Dagón e Hidra y al que adoran los Profundos desde las insondables profundidades marinas. Dejad que el Gran Cthulhu se alce y domine, que sus siervos le adoren libremente y gobierne sobre nuestras tierras. ¿Y qué nos ofrece este candidato primigenio?
  • Poner fin a la corrupción. Al alzarse y dominar nuestro país, su primera medida será darse un banquete, por lo que se comerá a los corruptos y los ricos (son los mejor alimentados).
  • Fomentar la creación de empleo. La bajada demográfica producida al devorar a los corruptos y por las bajas colaterales por su llegada, equivalente a la de cualquier monstruo gigante a la ciudad de Tokyo (a fin de cuentas es inmenso y no siempre mira por donde pisa, por lo que actuaría como un Kaiju), dejaría libres muchos puestos de trabajo además de los que se crearían para reconstruir el país.
  • Imponer una nueva política en Europa. Con Cthulhu al mando, ¿qué país se atreverá a tratar de imponer sus condiciones a España? Si Alemania se pone borde, Angela Merkel recibirá la Llamada de Cthulhu.
  • Alcanzaremos una nueva libertad inaudita hasta ahora. Ya lo dijo el viejo Castro en "La llamada de Cthulhu": "Ese tiempo sería fácil de conocer, pues entonces la humanidad se parecería a los Grandes Antiguos: salvaje y libre, más allá del bien y del mal, sin moral y sin ley. Y todos los hombres gritarían y matarían, y gozarían alegremente. Los Antiguos, liberados, enseñarían nuevos modos de gritar y matar y gozar, y el mundo entero ardería en un holocausto de libertad y éxtasis."
  • El mar nos reservará todas sus riquezas. No lo olvides, con Cthulhu vienen los profundos. Y con ellos su oro y la magia que les permite dominar a las criaturas marinas. Además de que todos los profundos podrán veranear en nuestras costas.


viernes, 17 de junio de 2016

Asalto a la residencia estudiantil del distrito 13

-Bienvenido a La Llave y La Puerta -dijo Summanus mientras abría la puerta.

Cody traspasó el umbral y se quedó mirando el salón principal de la residencia, donde varios estudiantes hablaban acompañados de vasos de papel llenos de humeante café. A Cody le gustaba el ambiente de las residencias estudiantiles, por eso había mandado su currículum para trabajar allí. Siendo habitante de Kingsport conocía de oídas la reputación de la residencia La Llave y La Puerta, y no esperaba ser el elegido para el puesto, pues pedían a alguien con nervios de acero y una buena cantidad de puntos de cordura (sea lo que fuere esto último). Por lo tanto, cuando le llamaron para darle el puesto, la sorpresa fue grande. Este era su primer día, y el sr. Summanus, aquel individuo con un color de piel que daba a entender que tenía alguna enfermedad y aquel bigotillo que parecía falso, era quien le enseñaría las instalaciones.

Summanus acompañó a Cody hasta recepción, donde el encargado de este puesto estaba rellenando varios impresos.

-Tengo entendido que no eres de Arkham ¿no es así? -preguntó Summanus.

-Así es. Vengo de Kingsport.

-Bonita ciudad ¿sigue estando la casa del acantilado? ¿La que se ve por encima de la niebla?

-Sí, intentaron derribarla para poner un centro comercial, pero los vecinos consiguieron las suficientes firmas para pararles los pies.

-Me alegro -respondió Summanus. Apoyó el codo en el mostrador de recepción. -La cuestión es que, como no eres de Arkham, quizás no estés acostumbrado a ciertas cosas habituales aquí.

-¿Cómo qué? -preguntó Cody.

-Aquí, además de estudiantes, suele ser habitual la presencia de cosas... extrañas.

-¿Cosas extrañas? -preguntó Cody torciendo el gesto.

-Sí. Cosas fuera de lo normal -respondió Summanus.

-Mmmmm ¿cosas como esa? -preguntó Cody señalando algo que había detrás de Summanus.

El dinosauroide se giró extrañado, preguntándose qué sería esta vez, y se encontró con algo que no esperaba. Allí de pie, mirándole fijamente, había un individuo ligeramente translúcido, de un color verde brillante, y vestido con las ropas de un general de la guerra civil americana. En su mano derecha portaba un sable. No solían tener clientes fantasmas. Bueno sí, solía haber algún que otro estudiantes fantasmón, pero fantasmas de este tipo, formados por ectoplasma, no era lo normal.

-¿Qué le trae aquí, señor...?

-Jebediah Starkson -respondió el fantasma con una voz profunda. -No es un placer para mí informarle de esto, pero están ustedes a punto de sufrir un ataque de tropas paranormales que forman parte de ejércitos ectoplásmicos. Es mi deber informarles de esto para que esta sea una contienda justa.

Dicho esto, el fantasma hizo un saludo militar y se dirigió hacia la puerta principal, la cual atravesó dejando una mancha color parduzco.

Summanus se volvió hacia Cody.

-Sí... cosas fuera de lo normal como esa.

Antes de que nadie pudiera decir nada más, las paredes que daban al exterior y la puerta principal fueron atravesadas por un grupo de soldados medievales ectoplásmicos, que con una gran furia en el rostro se dirigieron hacia recepción.

-Ay... por todos los dioses -susurró Summanus.

El chico de recepción se agachó rápidamente, justo antes de que una flecha ectoplásmica se clavara en la pared detrás de él. Cody se agachó instintivamente y Summanus saltó por encima del mostrador, cayendo al otro lado, junto al recepcionista. En unos momentos estuvo también allí Cody, que le miraba con expresión de perplejidad.

-Vale, aquí suelen pasar cosas raras, pero que nos ataque un ejército de fantasmas no suele ser habitual -le dijo Summanus.

Después del ataque de los arqueros, los soldados de infantería llegaron hasta recepción, se disponían a lanzar estocadas a través de la madera cuando el chico de recepción se levantó con una uzi en cada mano y apretó el gatillo sobre ellos. El arma descargó llenando todo de salpicaduras y manchas parduzcas, y los soldados medievales se disolvieron.

-¡¿Tenéis uzis en recepción?! -exclamó Cody.

-Sí, bueno, cuando trabajes aquí te acostumbraras -le dijo el recepcionista, que seguía dispando sobre los arqueros.

Por las escaleras que daban a los pisos superiores apareció Anna Pickman, vestida con el pijama todavía.

-¿Se puede saber por qué hay disparos? -preguntó con una expresión que dejaba bien claro que si la respuesta no le satisfacía, se convertiría en supersaiyan.

Summanus tragó saliva sonoramente al ver que la mujer Pickman se acercaba a él.

-Estamos bajo ataque... unos soldados fantasma... -decía el dinosauroide.

-¿Soldados fantasma? 

Nada más decir estas palabras Anna, las paredes de la residencia fueron atravesadas por un destacamento de soldados napoleónicos que se arrodillaron, apuntaron con sus rifles, y dispararon sobre el grupo parapetado detrás de recepción.

-¿Es que no puede haber un día que una chica se quede tranquilamente en la cama viendo su serie  favorita? -dijo Anna volviendo a asomarse. Viendo que los soldados napoleónicos volvían a cargar sus armas, realizó una serie de movimientos arcanos con sus manos. Un brillo pareció salir de sus dedos y apuntó las palmas en dirección a los soldados fantasmales, que estallaron dejando todo perdido de ectoplasma.

-¿Qué ha sido eso? -preguntó Summanus.

-Un hechizo de expulsión que he aprendido recientemente, creo que nos  va a venir bien...

Las paredes volvieron a ser atravesadas. Ahora era una formación de tortuga de soldados romanos, acompañados a los lados por arqueros medievales. Anna se subió encima del mostrador y comenzó a realizar los movimientos arcanos mientras el chico de recepción volvía a disparar sus uzis desde uno de los costados.

-¡Necesito un arma! ¡Necesito un arma! -exclamaba Summanus buscando entre los cajones.

De repente, la puerta de mantenimiento se abrió de golpe y de allí salió Araknek. Llevaba una cinta roja en la frente y caminaba sobre cuatro de sus patas. En las otras llevaba unas fregonas terminadas en afiladas puntas aceradas.

-No sé quienes sois, pero estáis dejando perdido el salón... ¡¡¡y quien tiene que limpiarlo después soy yo!!!

Dicho esto, se lanzó a la carrera hacia la formación de tortuga. Los escudos se preparaban para resistir el ataque, pero de la sección de mantenimiento salía alguien más. Se trataba de Pequeña T'auin, que entre los damanes de su espalda llevaba dos pequeños cañones que se habían dejado allí los morlocks. Los cañones dispararon sobre los escudos romanos, que se quebraron y dejaron paso a Araknek que hizo estragos entre los soldados fantasmales. A los lados de estos, los arqueros eran abatidos por los disparos del chico de recepción, mientras Anna Pickman se hacía cargo de unos samuráis ectoplásmicos que habían salido de algún sitio. De las paredes volvían a salir tropas fantasmales armadas hasta los dientes que lanzaban sus ataques con arcos, ballestas, rifles y espadas largas. Entre ellos podían verse los tajos de Araknek que iban cercenando miembros y partiendo soldados por la mitad, mientras los disparos certeros de Pequeña T'auin acababan con los que intentaban atravesar el parapeto de recepción, tras el cual salían disparos y hechizos de expulsión. 

-Necesitamos algo de ayuda -dijo Summanus. Abrió su teléfono móvil y marcó un número. -Sí, soy Summanus, tenemos un problema grave aquí... sí, ya sé que tu oficina está insonorizada, por eso no te estás enterando de nada... necesitamos tu ayuda a la de ya.

El dinosauroide guardó el teléfono en el bolsillo y lanzó su lengua hacia un ninja que intentaba llegar hasta ellos, lo agarró del cuello y lo golpeó contra pared y suelo varias veces, hasta que el ectoplasma se diluyó dejando la característica mancha parduzca en el suelo.

Un grupo de soldados medievales armados con espadas largas y hachas de combate estaban prácticamente sobre recepción. Araknek no había podido pararlos porque tenía un grupo de soldados napoleónicos y de la guerra civil americana a su alrededor, y no daba abasto con sus cuatro fregonas de combate. Anna vio a los medievales justo a tiempo de lanzar el hechizo de expulsión, que los hizo explotar, llenándola toda de trozos de ectoplasma.

-Estoy empezando a cabrearme... -dijo con una voz que helaría la sangre de un primigenio.

Las paredes volvieron a ser atravesadas por un numeroso grupo de soldados de distintas épocas históricas, relevando a los que ya habían caído. El salón ya estaba totalmente cubierto de ectoplasma y manchas parduzcas por todas partes, y el grupo de defensores ya empezaba a acuciar el cansancio. De repente un rugido surgió del despacho de El Que Legisla Tras El Umbral, y las tropas fantasmales vieron al primigenio legal caer sobre ellos armado con cuatro katanas de acero valyrio que fueron cortando cabezas como si de mantequilla se tratase. Entre el primigenio legal, Araknek y Pequeña T'auin iban acabando con los soldados que atravesaban las paredes, mientras los parapetados tras recepción acababan con los que conseguían evitar la masacre y se dirigían hacia ellos.

-Me he quedado sin munición -dijo el chico de recepción.

-Y yo empiezo a notar que se me acaban las fuerzas para seguir lanzando el hechizo de expulsión -dijo Anna jadeando -, no sé cuanto podremos aguantar.

Un fuerte ruido les llegó desde las escaleras que llevaban a los pisos superiores. Cody, Summanus y el chico de recepción miraron en aquella dirección y vieron bajar a dos individuos vestidos con túnicas naranjas y con cara de pocos amigos.

-¿Qué es todo este jaleo? Nuestra santa adoración de El Gran y Poderoso E está siendo continuamente interrumpida y así no podemos mantener feliz a nuestro señor -dijo uno de ellos.

-¡¿No ves que estamos bajo el ataque de un ejército de fantasmas, mendrugo?! -exclamó Summanus.

-¿Sólo eso? -dijo el tipo de la túnica que había hablado. Una flecha pasó cerca de él, pero ni se inmutó. -Haber empezado por ahí.

Ambos alzaron los brazos en alto y abrieron las palmas de sus manos.

-¡Oh, Gran y Poderoso E! ¡Escúchanos! ¡Echa de aquí a estos atacantes y trae tu paz a esta residencia! -exclamaron al unísono.

-Como si eso fuera a servir para algo -musitó Summanus.

De repente, todos los soldados ectoplásmicos explotaron como si fueran  un grupo de globos de agua alcanzados por un punzón. El salón, recepción, las paredes, y todos los que allí estaba, acabaron cubiertos de ectoplasma y porquería.

-¿Veis? -dijo el tipo de la túnica tan tranquilo -Ya está...

Y dicho esto ambos volvieron a subir a sus habitaciones.

Cody fue el primero en levantarse de detrás de recepción, cubierto de porquería, pero con una sonrisa radiante en el rostro.

-¡¡¡Es lo más emocionante que he vivido!!! -exclamó

-Vaya... -dijo Summanus -, y yo que pensaba que se asustaría, saldría corriendo y tendríamos que volver a poner el anuncio de se busca personal.

Anna Pickman se quitó como pudo los engrudos que le cubrían con las manos y se giró a ver a Araknek, Pequeña T'auin y El Que Legisla, que hacían los propio y miraban a su alrededor.

-Bien... ¿alguien me puede decir que COJONES HA PASADO AQUÍ?!!!!


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En algún lugar de Arkham, varias horas antes, Vinnie West se golpeó en la cabeza con una estantería después de un estornudo particularmente fuerte. Esto hizo que su otra personalidad secreta surgiera de las sombras de su subconsciente. Esta nueva personalidad sabía que su otro yo siempre era derrotado por alguien de esa ciudad, y iba a pararles los pies. Les atacaría en su propia casa. Contactó con unos sabios astrales que invocó allí mismo, y estos le informaron de que los enemigos de Vinnie West residían en la residencia estudiantil La Llave y La Puerta. Aquello era todo lo que necesitaba hacer. El malvado nigromante convocó a los espíritus de varios generales de ejércitos caídos a lo largo de la historia y los ató a su mando. Una vez hecho esto, les hizo lanzar un ataque a la residencia donde se escondían sus enemigos, mientras él se quedaba allí disfrutando de su victoria. Con lo que no contó el otro yo de Vinnie West, es que el golpe que lo había despertado había desplazado un manual de cocina bien pesado de la estantería que tenía sobre él. Este libro fue deslizándose lentamente hacia el borde, y finalmente cayó con todo su peso sobre la cabeza del nigromante dejándole KO.  Al caer inconsciente, la atadura con los espíritus se rompió y estos volvieron a su plano de existencia, dejando al nigromante durmiendo el sueño de los justos. Cuando despertara volvería a ser el mismo Vinnie de siempre, que no llegaría a saber que su victoria había estado más cerca que nunca.

sábado, 11 de junio de 2016

Omicron Scorpions: Muerte en la Miskatonic (o casi)

Ashley Johnson, capitana de las fuerzas de ataque GodHunters de Omicron Scorpions había sido enviada a Arkham con un claro objetivo: Eliminar a alguno de los dioses de Alfa Strike que, a menudo, se dejaban caer por la ciudad universitaria. Después de diversos enfrentamientos entre el super grupo de dioses y la empresa de seguridad, había llegado el momento de cambiar de táctica. El enfrentamiento en Dunwich había resultado muy caro en recursos económicos y humanos y un gran desperdicio de tecnología; la acción en Tailandia, con la lucha contra Zhor y Lloigorno, otro desastre que acabó obligando a las fuerzas de la NWE a luchar junto a sus aarchienemigos. Por lo tanto, ya que el enfrentamiento directo no estaba resultando y los dioses se acaban inmiscuyendo en muchas de sus acciones, tal vez un enfoque alternativo resultara más productivo. Por ello, la capitana Johnson había sido enviada a Arkham con armamento especializado. Sus posibles objetivos eran tres: Brontes, profesor emerito de Ingenieria Dimensional; Odín, al que se le había visto recientemente en la Miskatonic asistiendo a un simposio sobre historia de los vikingos; Zeus, que no dejaba la oportunidad de dejarse caer por allí para dedicarse a tirarse estudiantes universitarias. Aunque Ashley no lo sabía, también podía encontrar allí a Welcome, pero la corporación, obsesionada con los dioses, no se había molestado en investigar la identida secreta de Delta Wave Welcome. A fin de cuentas, al ser entramados burocrático-mercantiles mastodónticos, estas cosas suelen pasar. Es lo que se llama (o debería llamarse) estupidez empresarial, es la razón por la que muchas empresas acaban teniendo mandos intermedios y/o bajos incompetentes que no sirven para otra cosa que no sea convertirse en jefes tóxicos, arribistas, trepas, etc. Pero muchas trabajan así, y el resultado era que a nadie se le había ocurrido indagar sobre Delta Wave Welcome.

Había llegado a Arkham a media mañana dispuesta a cumplir con su misión. Al ser una ciudad universitaria con bastante movimiento, tanto de estudiantes como de "expertos" y "sabios", Ashley Jonhson podía hacerse pasar por una interesada en cualquier tema que ella eligiera que había ido a la Miskatonic a documentarse. De hecho, desde Omicron Scorpions le recomendaron que se hiciera pasar por escritora que iba a documentarse para una novela ambientada en una universidad. Al llegar en mitad de la jornada estudiantil matinal y en proceso evaluatorio, se encontró el campus universitario en pleno apogeo: estudiantes en grupo o en solitario que iban de un edificio a otro, grupos de jovenes de ambos sexos haciendo el vago en las zonas ajardinadas, profesores de camino a sus respectivos departamentos y aulas, el clásico alumno que llega tarde al examen, incluso un desesperado que intenta invocar a los Primigenios, Dioses Exteriores, Arquetípicos, quien sea, para que cancelaran el examen o le dieran la iluminación para poder aprobar, y que, a modo de respuesta, recibe un haz de luz sobre su cabeza, al ritmo de un sólo de guitarra eléctrica y un papel que cae del cielo con el texto: "¡Haber estudiado, mendrugo!". Ashley, pese a haber memorizado la disposición del campus y la distribución de los edificios, tanto los que formaban el recinto original de la Miskatonic como los diferentes anexos que se construyeron con el paso de los años, decidió acercarse al edificio donde se alojaban los departamentos de matemáticas, ingeniería y arquitectura. Allí trataría de localizar a Brontes.

Una vez en el lugar, debía encontrar el maldito despacho del dios, si es que lograba aclararse por los pasillos del edificio. Al parecer, había sido reformado bajo las directrices de un arquitecto con demasiados humos y un extraño concepto de arquitectura mezclada con arte moderno, por lo que, el interior del edificio, particularmente el departamento de arquitectura, era sumamente caótico y, por desgracia, Ashley entró por ese departamento. Tras ponerse a dar vueltas, alcanzar el departamento de matemáticas y lograr llegar hasta el de ingeniería, dio por fin con el despacho de Brontes. Antes de entrar, sacó su arma. Se trataba de una pistola eléctrica que mezclaba conceptos de Nikola Tesla con ingeniería yithiana y parecía diseñada por un artista Pulp. La estrambótica pistola de estética retrofuturista estaba diseñada para disparar potentes descargas eléctricas que podían resultar letales.

Cuando se disponía a llamar a la puerta, esta se abrió de golpe, dejando paso a una figura traslúcida con pinta de profesor universitario que se alejó a la carrera. Tras él, martillo en mano, Brontes, equipado con su armadura, salió en persecución del fantasma del departamento de matemáticas. Sorprendida por la repentina persecución, se quedó atónita al ver al dios corriendo tras el escurridizo espectro mientras gritaba contra el profesor postumo de matemáticas, increpándole por la irrupción en su despacho para llenarlo todo de fórmulas y ecuaciones capaces de desquiciar a cualquier estudiante que le dedique demasiado tiempo a sus estudios y sienta ciertos intereses por el folklore y las habilidades matemáticas de ciertas brujas del siglo XVIII. Antes de que Brontes se perdiera entre los pasillos, Ashley comenzó a correr tras él, tratando de situarse a distancia de tiro. Lamentablemente, en ese momento se produjo el final de las clases, con lo que los pasillos se llenaron de estudiantes que iban de un lado hacia otro. Para el fantasma no era problema, pues los atravesaba. El dios griego tampoco encontraba dificultades, pues cualquier estudiante con medio cerebro se apartaría de un coloso hipermusculado que carga cual juggernaut. Ashley no era un fantasma ni una enorme montaña de carne, por lo que, el río que se abría al paso de Brontes se cerraba tras él, por lo que la mujer tenía que tratar de abrirse paso por su cuenta. En cuanto a la pistola... bueno, en otro lugar podría haber actuado como elemento disuasorio, pero en la Miskatonic se veían tantas cosas raras, sobretodo en manos de gente que salía del Departamento de Ingeniería, que optaban por no hacer caso. Si fuera algo peligroso o que fuera a estallar, normalmente el que llevaba el artefacto ya avisaba de ello. Por ello, mientras se abría paso entre oleadas estudiantiles nerviosas de camino a un examen, al borde del ataque de nervios porque salían de otro, con ganas de descargar la cabeza de las larguísimas clases de los profesores más aburridos, sobre excitados por las clases más desconcertantes y extrañas, la soldado se vio obligada a hacer uso de todos sus recursos para no perder de vista a su objetivo. Finalmente, cuando logró atravesar la marabunta estudiantil, logró divisar a Brontes sin que nadie se interpusiera en su línea de tiro, y disparó. Del arma salió un rayo de electricidad capaz de freír a cualquiera que se interpusiera en su camino, y, por ello, cuando impactó contra su objetivo, Ahsley se quedó sumamente sorprendida cuando, tras una explosión y la habitual nube de humo, Brontes permanecía intacto.

El dios, que había decidido dejar de perseguir al profesor postumo, se quedó sorprendido al recibir la descarga eléctrica. Obviamente, como dios del trueno, era inmune a las descargas eléctricas, por lo que esta no le había producido efectos dañinos. Al contrario, le había quitado un picor muy molesto que llevaba un buen rato sintiendo en la pierna derecha y le había llenado de energías. Por ello, considerando que era ya la hora de comer y puesto que Welcome estaba encerrada bajo siete llaves hasta que pasaran los exámenes, se dirigió rápidamente de vuelta a sus despacho para concertar una cita para esa tarde con N'kari, a menos que estuviera ocupada. Por el camino, pensando en lo bien que se lo iba a pasar con la diosa africana, ignoró por completo a la mujer que, con expresión de sorpresa, lo veía avanzar indemne.

Puesto que la pistola eléctrica había fallado con Brontes, decidió probar suerte con otro dios que anduviera por la zona y no fuera una deidad de las tormentas. Por ello, se encaminó hacia el departamento de historia de la Universidad donde podría informarse sobre el posible paradero de Odín, a quien conocían bajo la identidad del Doctor Wotan Fjölnir, experto en historia de los vikingos. Lamentablemente, era la hora de comer, por lo que la secretaría estaba cerrada, y los alumnos y profesores se habían dispersado. Sintiendo una punzada de hambre y tras decidir que sería una buena forma de hacer tiempo, decidió probar suerte en el EldritchBurguer. El local, situado adyacente al campus original de la universidad y muy próximo a la Residencia Universitaria La Llave y la Puerta, tenía el aspecto estandarizado de cualquier restaurante de comida rápida de una cadena, con la imagen propia de su marca. En este caso, aunque EldritchBurguer solo existía en Arkham, se trataba de una decoración en tonos azules, con múltiples iconos de estrellas de cinco puntas con ojos llameantes en su interior, libros abiertos con las páginas llenas de extrañas escrituras e imágenes de seres ictíneos y octopoides. Le llamó la atención el hecho de que, junto a la entrada, hubiera un árbol bastante grande, negro y retorcido, completamente pelado de hojas y de aspecto bastante siniestro. Mientras hacía cola, echó un vistazo a las opciones disponibles: filetes de pescado empanado, bocadillos de pescado empanado, palitos de pescado, sopa de almejas, pulpo a la gallega, diferentes preparaciones de sepia y otros octópodos en forma de bocadillo, a la plancha, etc. Y, en un aparte, bajo el epígrafe "¡Sólo para Campeones! ¡No olvides firmar el descargo de responsabilidad!", una pequeña variedad de hamburguesas de carne. Le llamó la atención que por delante de ella, todos pidieran algo de pescado y los únicos que se decantaron por la carne fueran tres estudiantes que parecían estar incitándose mutuamente, como si se tratara de una apuesta. Cuando le llegó la hora a Ashley, se decantó por la opción de la mayoría y tomó un menú a base de pescado empanado. La comida era buena, sorprendentemente buena para ser un fast food del montón, por lo menos el pescado era de primera. Mientras comía, se fijó en los demás clientes. Se trataba principalmente de universitarios, aunque se podía ver a alguna familia, un par de profesores y demás arkhamitas que habían optado por aquel lugar para comer. Los tres apostadores de la carne se reían mucho mientras se comían las hamburguesas. Parecían muy confiados, aunque el miedo se reflejaba en el sudor que les empapaba las frentes. Cuando las acabaron, se levantaron con los aires de quien ha realizado una hazaña increíble de valentía estúpida y, pese a todo, ha logrado salir indemne. Los universitarios los contemplaban silenciosos. Dieron los primeros pasos y la tensión crecía. Ashley no entendía que estaba pasando. La atmósfera podía cortarse con un cuchillo ante la expectación de los comensales. Todos parecían aguardar los acontecimientos. Los tres "valientes" comenzaron a dirigirse hacia la salida cuando, de repente, uno de ellos sufrió un potente retortijón que lo hizo doblarse sobre sí mismo. A continuación, el segundo se quedó completamente blanco, con los ojos abiertos como platos y, llevándose las manos al culo, salió corriendo hacia el aseo. Quince minutos más tarde, saldría caminando raro y el personal del restaurante activaba el protocolo de descontaminación en el aseo. El tercero, que parecía haber salido inmune, se dispuso a alzar los brazos en señal de triunfo cuando, en una bonita caída sin paradas, pasó de la vertical a la horizontal, como un árbol caído. Los demás comensales volvieron a la normalidad. Si alguien era lo bastante estúpido como para comer carne en el EldrithBurguer no sufría algún percance digestivo es que el mundo no funcionaba como debería. Por su parte, actuando como si estuvieran acostumbrados a este tipo de cosas, los empleados enviaron a uno de ellos fuera. En seguida volvió a entrar seguido del árbol, que cogió a los dos enfermos y se los llevó al Hospital Universitario. Cualquiera que no conociera la ciudad se sorprendería por esto, pero, tal y como le explicaron a Ashley cuando preguntó sobre lo sucedido, el EldritchBurguer tenía fama de tener una carne malísima, que provocaba espectaculares intoxicaciones alimentarias pero de muy bajo riesgo. Era como tener una salmonelosis con los síntomas de la lepra, muy espectacular pero no era para tanto. Por ello, el grueso de clientes pedía pescado, que siempre era excelente, y sólo los tontos, los cabezotas y los idiotas que hacían apuestas, optaban por la carne. Estos, normalmente, acababan en el Hospital Universitario para que los estudiantes de medicina hicieran prácticas con ellos.

Tras el instructivo y nutritivo descanso para comer, Ashley se dirigió hacia La Llave y la Puerta, pues le dijeron que, al ser amigo de los Pickman, Wotan Fjölnir solía pasar por allí, y que aún andaba por la ciudad. De paso, los alumnos a los que preguntó, se la repasaron visualmente y sonrieron entre ellos al decirle que el nórdico hacía buenas migas con Evangeline Parker, a la que llamaban Welcome, y que seguro que la chica estaría encantada de "relacionarse" con Ashley, aunque estaba enclaustrada preparando los exámenes. La mujer, sin acabar de comprender a que se referían, los miró un tanto desconcertada. Ya que la Residencia también actuaba como hotel, sobretodo en verano, decidió probar a tomar una habitación durante unos días, por si la misión se alargaba más de lo esperado. Tras registrarse, preguntó al recepcionista por Evangeline Parker. Éste, como ya hicieron los estudiantes, la repasó visualmente y le preguntó si estaba completamente segura. Ashley, sin acabar de comprender, pero sabedora de que la chica Parker podía ayudarle a localizar a Odín, se confirmó en su postura. El recepcionista, haciéndose una idea de lo que podía pasar, llamó la habitación de Evangeline. Tras una breve conversación, le indicó a Ashley que esperara un momento, que Evangeline había aceptado bajar a hablar con ella. Cuando bajó, la soldado se encontró a una joven bastante atractiva, una rubia modelo de la mujer WASP de clase alta con pechos generosos, sin maquillar y con expresión severa. Se movía con soltura y confianza, y vestía de manera informal con una camiseta que le venía grande y un pantalón. Estaba algo molesta por la interrupción, pues estaba concentrada estudiando, pero quería saber porque razón una mujer desconocida quería hablar con ella.  Ashley le explicó el motivo de la visita a una interesada Welcome, que asentía al escuchar a su interlocutora, a saber, que estaba preparando una novela ambientada en una universidad y quería documentarse hablando con algunos profesores y doctores, entre ellos, Wotan Fjölnir. Pero como no sabía si todavía se lo podía localizar en Arkham, había acudido a ella. Welcome la escuchó con atención, pero la mujer se percató de que, en varias ocasiones, la joven se la había repasado visualmente y comenzó a entender las comillas del recepcionista. Evangeline, tras las explicaciones, sacó su móvil y buscó un número en la agenda. Tras dar con él, llamó y esperó a que contestaran al otro lado de la línea. Al responder, se levantó y se alejó un poco para poder hablar con intimidad, para, al finalizar la llamada, acercarse de nuevo a Ashley.

-No tardará mucho, estaba por aquí cerca.

Tal y como había predicho, no tardó mucho en llegar Odín. El nórdico, con paso confiado, dudó unos instantes al ver la expresión de Welcome: tenía la cara de estar molesta por haber sido interrumpida en sus estudios, y también de llevar demasiado tiempo sin echar un polvo. Por ello, el dios decidió tratar el asunto con delicadeza. Welcome, en cualquier caso, tendría reparos por violar a un humano, pero no se lo pensaría demasiado con un dios. A fin de cuentas, según la mitología, los dioses nunca han mostrado demasiados miramientos a la hora de tener sexo con mortales, y para lo que sea, ya puestos. En cuanto Ashley lo vio, sacó el arma y, con un rápido movimiento se interpuso ante él, amenazándole con la extraña pistola.

-Ha llegado tu hora, Odín, Vas a pagar por las interrupciones en las actividades de la NWE.

El nórdico, ante la amenaza, no pudo evitar comenzar a reírse. La capitana, extrañada, se dio cuenta de que algo estaba fallando. Lamentablemente, no pudo evitar que Welcome se lanzara sobre ella y la inmovilizara completamente. En el suelo, derrotada y atrapada, tan sólo pudo escuchar a la joven decirle:

-He sido entrenada por un dios de la guerra, y desde lo de Dunwich estoy cabreada, estudiando y sin echar un polvo. Así que no hace falta que te diga que no estoy en mi mejor momento. Tú eliges, puedes rendirte, puedes luchar, o podemos follar. Alégrame el día y elige la tercera opción.

Frustrada, derrotada, y con Welcome inmovilizándola y metiéndole mano, Ashley estaba completamente vencida y humillada. A su pesar, había fracasado, por lo que, aunque el hecho de tener sexo lésbico con esa escultural joven era tentador, no estaba en la posición más apropiada para ello. Por ello, optó por rendirse. La estudiante, satisfecha, la levantó sin apenas esfuerzo y la entregó a Odín quien consideró que Loki estaría encantado de hablar con ella. Así, la tranquilidad y la rutina volvieron a Arkham, mientras Welcome se replegaba de vuelta a su habitación, en espera de acabar los exámenes.

Posdata: A los que se quejen de que no ha habido muertes, os recuerdo que el título del capítulo no las aseguraba.
De nada.